El Bolonia se agarra a un 'espresso'
El equipo italiano, al que han restado tres puntos en la Liga italiana por impagos de impuestos y de nóminas, confía en su nuevo presidente, líder en el sector del café.- Los problemas económicos acorralan cada día más al fútbol europeo
Los jugadores y los aficionados del Bolonia salieron el pasado domingo del campo del Bari, colista de la Liga italiana, con las caras risueñas. Habían ganado dos a cero; tres puntos que sellaban una primera vuelta intachable. Seis victorias, siete empates y seis derrotas representan un camino positivo para un equipo que tiene como objetivo la permanencia en el calcio. Sin embargo, de los 25 puntos que ha sumado en el césped, solo le corresponden en la tabla 22. La Federación Italiana de Fútbol (FIGC en sus siglas en italiano) le ha quitado tres, uno en diciembre y otros dos ayer, por el impago de impuestos y retribuciones que acumula la entidad.
Los problemas de la sociedad boloñesa se remontan a la gestión del presidente Sergio Porcedda, que asumió la dirección del club en verano de 2010. La Comisión Disciplinaria de la FIGC dispuso, además de los dos puntos de penalización, una suspensión de seis meses a Porcedda, que renunció a defenderse y al que poco afectará esta decisión, dado que dejó la presidencia del club a mediados de diciembre. El nuevo presidente, Massimo Zanetti, dueño de una famosa compañía de café (la Segafredo), encabeza un grupo de empresarios locales que se hizo cargo del Bolonia y sus deudas.
Justamente la nueva gestión del patrón fue el arma que los abogados de la sociedad utilizaron en el juicio para que la sanción fuera solo económica y no gravara en el ámbito deportivo. Una defensa que no sirvió de nada. "La Comisión Disciplinaria no podía hacer otra cosa que atestiguar la infracción. Es como dejar un coche en un aparcamiento abusivo; no se puede pedir que interpreten la norma de manera diferente porque ha cambiado la propiedad", ha explicado resignado un dirigente del club rojo y azul.
El entrenador del equipo, Alberto Malesani, no quiso entrar en la cuestión: "Este es un asunto que atañe a la sociedad. Mis jugadores y yo solo debemos pensar en lo que pasa en el campo". Sin embargo, los futbolistas sí que recelaban de lo que estaba pasando con su club. La decisión de denunciar a la sociedad por los impagos parecía irreversible el mes pasado, y solo las garantías que les dio la nueva directiva evitaron nuevos apuros en los tribunales para la sociedad. Ahora, 14º en la Liga y a cuatro puntos del descenso con la penalización, el Bolonia deberá redoblar sus esfuerzos. El calendario no le ayuda: el domingo se enfrentará al Inter, que está recuperando su esplendor, y luego al Lazio y el Roma, tercero y cuarto respectivamente.
Los problemas económicos del fútbol europeo
El pasado martes el presidente de la UEFA, Michel Platini, habló de las dificultades económicas comunes a muchos clubes europeos y de la necesidad de sanar balances. "Los aficionados y amantes del fútbol no tienen ningún interés en ver a los clubes que forman parte del patrimonio del fútbol europeo desaparecer como resultado de una mala gestión", afirmó Platini. Para paliar esta situación, la UEFA aprobó el año pasado la nueva Regulación del Juego Limpio Financiero y las Licencias de Clubes, una normativa que se aplicará de forma gradual durante tres años y que entrará en vigor a finales de 2012. Su principio es el de equilibrio entre ingresos y gastos como base.
Mientras, las normativas que regulan al día de hoy el mundo del fútbol ya se están aplicando de manera más estricta. La UEFA no incluyó el pasado verano al Mallorca en la lista de equipos clasificados para disputar la Liga Europa, a pesar de que se hubiera ganado la participación terminando la pasada temporada quinto en la Liga. El concurso de acreedores, la suspensión de pagos y una deuda declarada entre 60 y 70 millones motivaron la decisión. Si en España se tuvo que esperar la sentencia del organismo europeo, en Inglaterra no se hizo lo mismo con el Portsmouth. La Federación Inglesa y la Premier League no permitieron al equipo disputar la Liga Europa, que el club del sur de Inglaterra había conquistado alcanzando la final de la FA Cup, que perdió ante el Chelsea. Antes, los organismos ingleses ya habían quitado nueve puntos en la Premier al Portsmouth, que al final de la temporada descendió de categoría.
Tal vez la Federación Española de Fútbol estará obligada a intervenir en el caso del Betis, líder de la Segunda División. El club de Sevilla tiene una deuda reconocida de 65 millones de euros y 27 denuncias por el impago de 9,4 millones en concepto de salarios. Entre las hipótesis que se barajan también se considera la de impedir al Betis la ascensión a Primera, en el caso de que los jugadores consigan conquistarla sobre el césped.
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