Elegidos en el Villarreal

Cazorla, Rossi y Nilmar, tres futbolistas mágicos, poseedores de una gran técnica, habilidad y velocidad de piernas y mente, ajusticiaron a un Mallorca valiente y con ánimo de venganza. El centrocampista y los dos delanteros tienen nivel para poder formar parte de cualquier equipo del mundo, incluido el especial y bello Barça. Ellos firmaron los tres goles amarillos. El tercero de ellos fue simplemente sublime. El brasileño, rapidísimo en carrera corta y larga, logró adentrarse en el área del Mallorca y, encontrándose escorado, logró intuir la posición de Aouate y le elevó el esférico con un sutil toque de derecha. Una delicia de gol, el décimo de su cuenta y uno más que Rossi, parecido al que Messi le marcó jornadas atrás al Villarreal en el Camp Nou. El delantero brasileño no suele fallar encontrándose en ventaja frente al portero rival. Los tres elegidos amarillos, perfectamente sincronizados con sus compañeros, lograron aplacar las ganas del Mallorca que fue contestado por un enorme Villarreal donde quería: en el terreno de juego.

Fue un partido vistoso y tenso que empezó a tomar color amarillo en una larga jugada iniciada por Cani. Un par de asociaciones marca de la casa, por el centro, en espacios reducidos, quedaron en principio abortadas por Aouate que repelió como pudo el disparo seco del aragonés. Continuó la acción y el esférico, tras centrar Ángel y peinar Rossi, cayó en los pies de Cazorla. No perdonó el asturiano logrando su sexto gol en Liga. Diez minutos habían pasado de un partido que se iba a desarrollar de manera intensa, lleno de vida. Las anunciadas ganas del Mallorca expuestas en el terreno de juego despertaron el ardor del Villarreal que se desplegó con pasión y fútbol, tanto como el que tiene.

Antes de la media hora replicó el Mallorca por medio de De Guzmán en un tiro parabólico con el exterior del pie derecho que despistó a Diego López. Sucedió tras una jugada de Webó que asistió al canadiense tras ganar la espalda a Gonzalo en un saque de banda. Posteriormente, Webó se encargó de volver a poner en desventaja a su equipo al desviar con el codo el esférico dentro del área tras un lanzamiento de falta ejecutada por Rossi. El italiano, con paradinha incluida, anotaba la pena máxima. Un regalo para un Villarreal metidísimo en faena que en la segunda mitad remató Nilmar con un gol de una belleza extrema. Digna de un elegido. Uno de tantos que posee el Villarreal.

Villarreal 3 - Mallorca 1