El cuento de la lechera de 'Leonard'
La apuesta por un caballo de carreras que adquirió un fisioterapeuta de Bilbao
La cría del Pura Sangre Inglés (PSI) es una industria que genera cientos de miles de puestos de trabajo en los países europeos más desarrollados. Básicamente consiste en mejorar la raza cruzando los caballos más rápidos y resistentes con las mejores yeguas disponibles buscando que los descendientes hereden las mejores cualidades de sus progenitores. Como sucede con todo aquello que se deja en manos de la genética hay gran variedad de posibilidades siendo solo unas pocas de esas probabilidades las que logran sus objetivos.
Los caballos de carreras son una raza equina diseñada para correr. Son auténticos atletas equinos y se les trata, educa, alimenta y entrena como a tales. Leonard acudió a la venta de selección de Deauville en agosto del 2009 donde en pública subasta fue adquirido en 15.000 euros por su actual propietario, un fisioterapeuta bilbaíno. No es una cifra exagerada, aunque inicialmente lo parezca.
El valor de un potrillo en teoría es equivalente a las expectativas económicas que genera su vida deportiva. Sin embargo, en la práctica la cantidad de factores que pueden alterar ese valor es enorme. Uno de los más habituales, es el nivel que dan y el dinero que generan para sus propietarios los hermanos que ya están en competición. Varios son los hermanos de Leonard que han pasado por los hipódromos por lo que su valor de 15.000 euros parece correcto: ni demasiado caro ni un regalo.
En noviembre del 2009 debuta Lancelot, su hermano, con una victoria. El éxito de Lancelot revaloriza la compra de Leonard, que ya lleva un par de meses en la cuadra y que ha iniciado el largo, duro y exigente proceso que tiene que pasar un potro desde que lo venden en la subasta; hasta que, con suerte, tenga la posibilidad de debutar.
El largo invierno sirve para que el caballo siga creciendo, comience el proceso de doma que suele ser variable dependiendo del carácter del animal. A mediados de marzo Lancelot, reaparece ganando y mes después logra su tercera victoria consecutiva. Los responsables de Leonard están muy ilusionados. El crecimiento de Leonard, su educación y entrenamiento van por buen camino, y aunque no es el más precoz de la preparación; es un potro que apunta maneras.
Todos esperan impacientes la nueva carrera de Lancelot. Esta vez es tercero enfrentándose a mejores caballos, pero dando buenas sensaciones. En junio vuelve a correr siendo segundo y el julio vuelve a lograr una nueva victoria, esta ya de prestigio. Su valor en el mercado es alto pero los propietarios le dejan descansar un tiempo antes de correr la carrera más dura de su vida. Termina cuarto pero todos están contentos.
En una subasta que se celebra a comienzos del otoño en París para caballos en entrenamiento, Lancelot es vendido en 300.000 euros para ir a competir a Oriente Medio. A eso hay que sumar los 162.000 euros logrados en Francia por sus victorias, buenos puestos y primas al propietario.
El verano pasa para Leonard sin inconvenientes. Hay compañeros de su preparación que son más vivarachos que él y que ya han debutado tanto en primavera como en verano. Varios de ellos han pasado por ganadores. Leonard espera su momento. Sigue creciendo. Cada día está más guapo, más en forma y su momento de debutar se acerca. El día soñado es a finales de noviembre, en Burdeos. La cita, una carrera para debutantes. Todos los participantes corren ante el público por primera vez. El aspecto de Leonard es bueno, como se puede observar, pero hay rivales como Cenon, que destacan en el paddock. Además tienen un pedigrí superior al de Leonard, no en vano costo 140.000 euros en subasta.
Sobre una pista muy embarrada salen a correr los 14 potros. Tras casi dos minutos de carrera Leonard llega undécimo. Cenon, penúltimo.
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