Una vuelta para un título

Al final, es muy probable que una sola vuelta acabe determinando el título de campeón de fórmula 1. Lo que ocurra en la clasificación del Gran Premio de Abu Dabi, que cierra el Mundial, adquirirá una importancia capital en el futuro desarrollo de la carrera. Hasta tal punto, que es muy posible que las posiciones de la parrilla acaben coincidiendo con las del podio. Por eso, sería indispensable para Fernando Alonso lograr colocar su Ferrari por delante de los dos Red Bull, o al menos entre el de Vettel y el de Webber.

El dominio de los Red Bull en las clasificaciones a lo largo de la temporada ha sido aterrador. Ningún coche ha logrado hacerles sombra. En 14 de las 18 carreras que se llevan disputadas han conseguido la pole y en ocho han copado la primera línea de salida. Su coche ha sido siempre el más rápido pero, afortunadamente para la salud del campeonato, no siempre ha resultado el más fiable. "Alonso haría ya cuatro grandes premios que sería campeón con un Red Bull", aseguró Jaime Alguersuari hace unos días. En la misma tesitura se mueven la mayoría de pilotos que compiten en la F-1.

A pesar de haber demostrado una superioridad tan impresionante, los Red Bull han conseguido solo ganar ocho carreras. Han dominado la mayoría de carreras, pero por una u otra razón no han conseguido concretar sus buenas perspectivas. Vettel sufrió un problema con una rueda que le obligó a abandonar en Australia cuando iba primero y una rotura de motor en Corea del Sur impidió su triunfo cuando circulaba líder destacado a falta de 10 vueltas. A Webber, los accidentes del GP de Europa, en Valencia, y de Corea, le dejaron sin unos puntos que ahora le resultan indispensables.

Sin embargo, la peor situación que vivieron los dos pilotos de Red Bull se produjo en Turquía. Tenían la carrera bajo control, encabezada por Webber. De pronto, la radio del equipo le comunicó al australiano que Vettel estaba siendo más rápido que él y que estaba siendo acosado por Hamilton. Parecía un claro aviso de que cediera el paso a su compañero. Webber no lo interpretó así. Cuando Vettel intentó adelantarle, el australiano buscó su trazada y se lo llevó por delante. Quedaron los dos en la cuneta. El alemán abandonó tachando de loco a su compañero. Y el australiano acabó tercero, recibiendo severas críticas de Mateschitz, propietario del equipo, y de su asesor deportivo Helmut Marko.

La estadística indica que Vettel ha ganado solo dos carreras de las nueve en que ha partido de la primera posición de la parrilla y que, por tanto, ha sido el piloto que menos rendimiento ha sacado de ser el más rápido en la clasificación, puesto que solo otras dos veces ha acabado en el podio. El rendimiento de Webber ha sido, al menos, bastante más regular. Con cinco poles ganó dos veces y las otras tres acabó en el podio. Lo más curioso es que de las ocho veces en que los dos han copado la primera línea, solo en una acabaron haciendo un doblete.

Sin embargo, si hay un piloto que no falla cuando sale desde la primera posición es Alonso: solo ha partido dos veces de ese lugar, pero las dos ganó la carrera. Es, además, el piloto que en más ocasiones (10 veces) ha superado en carrera su posición en la clasificación: tres de sus victorias las ha logrado saliendo tercero o segundo. "Todo eso es lo que me da pie a pensar que en Abu Dabi puede ocurrir todo", afirma Alonso. "Sin embargo, mi objetivo es claro: salgo a hacer la pole y a ganar la carrera. Y si no puedo, al menos a acabar segundo. Es la mejor manera de asegurarme el título".

El principal peligro que afronta Alonso es que los dos Red Bull vuelvan a dominar la clasificación y que luego ya no pueda alcanzarlos en el ritmo de carrera, tal como ocurrió en Japón, en Corea y en Brasil. Ahora le lleva ocho puntos a Webber y 15 a Vettel. Pero sería demasiado arriesgado esperar que la suerte se alíe con él.