La Real, contra el tembleque

Tras el partido contra el Real Madrid, San Sebastián era un nido de armonía. La derrota era una cuestión accidental "porque jugando así, la Real se salva sin ningún problema". Era una frase repetida en cenáculos, hoteles, bares y calles de San Sebastián al día siguiente, olvidando que la Liga nunca empieza ni acaba con el partido frente al Real Madrid o el Barcelona. Los últimos traspiés como visitante ante rivales presuntamente directos ha apagado aquel ardor y quizás generado un cierto temor. Lasarte ha entrado en corto y por derecho: no duda de la calidad del plantel y reafirma la dificultad del empeño, lo que lamenta es la actitud del equipo en sus dos últimos desplazamientos, ante Osasuna y Mallorca, equipos que no gozaban precisamente de buena salud.

Directo al corazón acude Lasarte para evitar que el ballet contra el Madrid oculte las jotas que le quedan por bailar a la Real para conseguir el objetivo de saldar la categoría.

Lo cierto es que la Real afronta el nuevo reto con un plantel casi idéntico al de Segunda División, reforzado sobre todo con dos futbolistas de oficio y prestigio, Llorente y Raúl Tamudo. Los demás son los de siempre. Tamudo en su examen final está aprobando con nota. Suyos son tres de los cinco goles que ha marcado su equipo, en tanto Llorente, el jugador franquicia se recupera de una inoportuna lesión. Sutil, el otro fichaje, y Xabi Prieto, su mejor jugador, han hecho los otros dos. A cambio ha encajado nueve en cinco partidos, una cifra demasiado elevada porque los equipos que pugnan por salvarse necesitan sobre todo la fortaleza defensiva. Ahí flaquea la Real, no tanto en su línea de defensas como en la actitud defensiva del colectivo. Se descose con facilidad y le entra el tembleque. Ahí tiene trabajo Martín Lasarte para coordinar a un grupo con más posibilidades que realidades hasta el momento. Zurutuza es el descubrimiento en primera división, pero quizás sea un lujo que el líder del equipo, Xabi Prieto, lo dirija desde un costado. Cuestiones a tratar.

La Real necesita recuperar el primer descosido de autoestima que incluso su propio técnico ha afeado. La actitud es lo primero y al parecer ha fallado últimamente. No hay mucho fondo de armario en la Real porque es imposible que lo hubiera. La cuestión es vencer el tembleque. Se trata de mirara al fracaso ante Osasuna y Mallorca, dos equipos blandos de la Liga o a los éxitos ante el Villarreal (segundo) o Real Madrid (incluso perdiendo). Ahora se abre la barrera de la frontera. Ante el Espanyol sin ir más lejos.