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Triunfo de peso

El Betis mantiene el liderato gracias a una victoria trabajada frente a un buen Valladolid

Las victorias siempre corresponden a los equipos, aunque, a menudo, vienen labradas por la intervención decisiva de algunos jugadores. Lo bueno de este Betis, líder de Segunda División después de ganar los cuatro primeros partidos, es que el papel protagonista rota en cada triunfo que exhibe el grupo que, hasta el momento, dirige de rechupete Pepe Mel.

No fue el día de Goitia, Beñat, Salva Sevilla o Emaná, estelares en anteriores ocasiones, y sí el de Miguel Lopes, Rubén Castro e Israel, futbolistas que se conjuraron para doblegar a un rival de entidad como es el Valladolid, que llegó a Sevilla imbatido e invicto y que mostró hechuras de equipo destinado a estar en las alturas.

A la picardía de Rubén, la potencia y el pase de Miguel Lopes y el desborde y el remate de Israel se unieron la fe y el hambre de un Betis para remontar un duelo que se puso en contra, curiosamente, cuando mejor jugaba el propio Betis. Un error a balón parado propició el remate de Valiente. El golpe, en anteriores ocasiones, hubiera supuesto una pronta rendición.

Lejos de venirse abajo, aupado por 45.000 fieles que pueden hacer de cada partido en Heliópolis un tormento para el rival, el Betis encajó la segunda mitad con el deseo de remontar.

Rubén Castro empató pronto y la suerte, tanta veces esquiva, quiso echar una mano. Calle, con todo a favor, envió el balón fuera. La grada respiró, luego estalló de júbilo cuando Israel acertó a rematar de cabeza un preciso centro de Miguel Lopes. Con el 2-1, fue cuestión de echarse atrás y aguantar. Se cometieron imprecisiones, pero se ganó. Y van cuatro de cuatro.

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