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A la Real le sobra un minuto

Un gol de Ulloa le da el empate al Almería y deja un amargo sabor de boca a un equipo que tuvo muy cerca el triunfo

La Real Sociedad no pudo mantener su racha triunfal en el regreso a Primera por un minuto, el último del partido, en el que Ulloa se hizo con un balón en el área para establecer un empate final que premió, por un lado, la valentía del Almería, y, por otro, el buen trabajo del conjunto vasco. La Real, que se defendió muy bien con el 1-2 en el marcador, pudo definir el partido en un remate de Griezmann a la escuadra a falta de siete minutos, pero se encontró con la puñalada del empate en el estertor de un partido vibrante, a ratos muy alocado.

Todo comenzó bien para la Real Sociedad cuando el eterno olfato goleador de Tamudo emergió para rematar con excelente tino un buen servicio de Zurutuza. En una jugada practicada hasta la saciedad en sus quince temporadas en Primera División, el delantero le cogió la espalda a Acasiate y le marcó el camino al joven mediapunta, quien le puso por delante un balón que el delantero puso lejos de Diego Alves.

ALMERÍA 2 - REAL SOCIEDAD 2

Almería: Diego Alves; Míchel, Acasiete, Juanma Ortiz; M'Bami, Bernardello, Valeri (Corona, m. 72), Vargas (Ulloa, m. 56); Piatti, Goitom (José Ortiz, m. 84) y Crusat. No utilizados: Esteban; Rigo, Silva y Jakobsen.

Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, De la Bella; Rivas, Aranburu; Xavi Prieto, Zurutuza (Viguera, m. 76), Sutil (Griezmann, m. 64); y Tamudo (Bergara, m. 86). No utilizados: Zubikarai; Labaka, Agirretxe y Elustondo.

Goles: 0-1. M. 08. Tamudo. 1-1. M. 20. Piatti. 1-2. M. 33. Sutil. 2-2. M. 90. Ulloa.

Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Rivas, Mikel González, Vargas, Juanma Ortiz y Acasiete.

Unos 11.000 espectadores en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.

El gol vino a premiar la buena puesta en escena de la Real, con una línea de tres hombres por delante del doble pivote, Xavi Prieto, Zurutuza y Sutil, que entendieron a la perfección la forma de buscarle problemas al atrevido planteamiento de Juan Manuel Lillo.

Al técnico del Almería se le podrá acusar de algunas cosas, aunque no será una de ellas la falta de valentía. Resulta casi asombroso, tal y como se maneja el fútbol en los tiempos actuales, que el tolosarra disponga al Almería con solo tres defensas, con un único central, Acasiete, y dos laterales, siendo uno de ellos, Juanma Ortiz, un extremo reconvertido a zaguero. Le dolió el gol al Almería, quien no obstante supo rehacerse porque cuenta en el centro del campo con excelentes futbolistas.

Es en esa zona del campo donde Lillo quiere la superioridad de su equipo, con jugadores que conocen muy bien el oficio, caso de Bernardello, M'Bami o Vargas. Precisamente un pase de este último dejó solo (y en claro fuera de juego) a Piatti, quien con suavidad supo batir a Bravo.

Obsesionado por llegar cuanto antes a la meta de la Real, el Almería propició que el duelo adquiriera un ritmo importante, casi sin descanso. En el intercambio de golpes en el que se convirtió el partido, una pérdida de balón suicida de M'Bami fue gestionada con exactitud por Aranburu, quien asistió a Sutil para que adelantara a la Real.

Se volvió a picar el Almería y regresó a la carga, siempre más pendiente del área rival que de la suya. Bravo, en dos ocasiones, mostró su clase mundialista y la Real fue capeando el temporal con mucha soltura. Tan solo le sobró ese último minuto.

El centrocampista Diego Rivas y el mediocentro argentino del Almería Diego Valeri luchan un balón durante el encuentro.
El centrocampista Diego Rivas y el mediocentro argentino del Almería Diego Valeri luchan un balón durante el encuentro.EFE

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