España sufre pero sigue viva

Thiago tiene toda la elegancia que le faltó a su padre, Mazinho, mediocentro brasileño de los noventa con una infinita capacidad de trabajo. Más que tocar el balón, Thiago lo acaricia. Y lo puso al servicio de España sub 21 en la segunda parte para doblegar a una Holanda resistente hasta el final, atacando con uno menos por expulsión de Kieftenbeld a falta de un cuarto de hora. Y pese a estar ya clasificada como primera de grupo, por lo que había reservado en casa a ocho titulares. Pero se respiraba en El Collao un aire de revancha, de la reciente Copa del Mundo, como se advirtió en el último minuto, cuando el portero holandés subió a rematar un córner. La cantera oranje sigue dando frutos, con el extremo Cabral como punta de lanza. Y el seleccionador español, Luis Milla, recurrió a todo, Mata y Javi Martínez incluidos, con tal de optar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Dio el primer paso. El martes debe ganar a Polonia para ser segunda de grupo e ir a una eliminatoria en octubre previa al Europeo de Dinamarca en junio de 2011. España no ha vuelto a unos Juegos desde Sydney 2000, los buenos tiempos en los que Xavi, Puyol, Marchena y compañía fueron plata tras la final perdida ante el Camerún de Eto'o y Kameni.

Bojan falló un penalti, aunque no hizo falta. España ganó por dos jugadas elaboradas hasta el éxtasis, empapándose del espíritu de sus hermanos mayores. La primera la coronó Canales tras un centro de Capel, y en la segunda el propio extremo sevillista culminó un exquisito envío de Mata. Estaba lleno de zurdos el ataque de España, Capel, Canales y Mata, pero necesitaban un toque de distinción que los lanzara desde atrás. Ese fue Thiago.

Tras un criticado debú con el Madrid, el domingo en Mallorca, Canales protagonizó las tres acciones más brillantes en la primera parte. Primero fue un servicio interior al lateral izquierdo Canella, más tarde el gol, de espaldas a portería, con la pierna derecha tras un intento de espuela; y, al filo del descanso, un envío bombeado que dejó solo a Javi Martínez ante el portero holandés.

Canales y el lateral Canella zarandearon a una España atascada en la medular. Holanda se lanzó a por el empate con un extremo zurdo, que, arrancando desde la derecha, olió la sangre cuando Javi Martínez perdió un balón en el campo español. El disparo de Cabral lo repelió De Egea, con la mala fortuna de que el balón, tras golpear en el poste, le cayera a Dost para empalmar.

No estaba cómodo Mata, un campeón del mundo perdido en El Collao. Hasta que se cansó de esperar y se retrasó. Y cuando agarró la pelota, estaba dispuesto a todo: a construir una doble pared antes de alcanzar la línea de fondo y centrar atrás para que Capel rematara de primeras a gol. El final fue agónico para España: con Holanda pisándole los talones hasta el final. Pero recuperando la confianza tras una victoria seria e ilusionante, lograda además con el estilo de siempre.