Merlene Ottey correrá en el Europeo de Barcelona con 50 años
La atleta jamaicana competirá en la prueba de 4x100 con la elástica de Eslovenia
El Campeonato de atletismo que comienza el próximo 26 de julio en Barcelona tendrá una competidora excepcional: la atleta Merlene Ottey, de 50 años, ha dado la sorpresa anunciando su vuelta a las pistas después de que su última carrera de 100 metros fuera en 2009. Esta leyenda del atletismo europeo vuelve ahora para competir en los relevos 4x100 metros con Eslovenia, según ha comunicado la Federación Eslovena de Atletismo, y se convertirá en la atleta más veterana de la historia en participar en unos Europeos. Ottey añadirá así una nueva cita importante a su palmarés gracias a unos relevos en los que estará acompañada por las eslovenas Tina Murn, Sabina Veit, Kristina Zumer y Maja Mihalinec. Ottey lleva corriendo con la elástica eslovena desde hace seis años, tras dejar de correr para Jamaica por problemas con sus compañeras.
Su última carrera de 100 metros se remonta al año 2008, cuando tenía 48 años, y firmó un registro de 11,60 segundos. El pasado invierno bajó de los ochos segundos en los 60 metros (7,66). Toda una gesta para esta velocista con medio siglo de vida cumplido que ahora quiere añadir una nueva medalla en su casillero particular, con 29 medallas en los grandes torneos. Para eso tendrá que luchar con jóvenes rivales y con el paso del tiempo, algo que no parece preocupar a la atleta de origen jamaicano.
Su carrera comenzó en los Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980. Desde entonces la gran deuda que ha adquirido con su deporte es el no haber conseguido nunca una medalla de oro en los siete Juegos Olímpicos en los que ha competido. La primera vez fue en Moscú, en 1980, donde ganó una medalla de bronce con apenas 20 años. Desde entonces a Ottey se le conocerá como 'Miss bronce', su metal predominante durante la década de los 80 y los 90. Aunque también conoció el saber del oro. En los Mundiales de Stuttgart 1993 y Gotemburgo 1995 consiguió subir al cajón más alto del podio gracias a la prueba de 200 metros.
La jamaicana también vivió malos momentos. Se enfrentó a una acusación de dopping antes de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 que la mantuvo alejada de la mayor cita del atletismo mundial. Posteriormente, la Federación Internacional de Atletismo levantó la sanción de dos años que pesaba sobre ella porque el laboratorio del COI en Lausana había manipulado de forma inadecuada su muestra de orina.
Su cuenta pendiente fue la de conseguir el oro en la prueba de los 100 metros y en los Juegos Olímpicos. En Mundiales de Stuttgart de 1993 rozó su sueño en una mítica final en la que la estadounidense Gail Devers le arrebató el primer puesto por milímetros. Luchadora y cabezota, nunca se ha rendido y ahora vuelve con ganas de dar guerra y hacer más historia.
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