Kim Jung-woo, futbolista del ejército
El surcoreano pertenece al Sangmu, club deportivo al que se ingresa en sustitución del servicio militar
Rígido, hierático. Con la mano derecha totalmente estirada junto a la sien, en un saludo militar perfectamente académico. Así escuchó el surcoreano, Kim Jung-woo, el himno de su país en el partido del Mundial de Sudáfrica que les enfrentaba a Grecia, fiel al ritual que sigue en todos los encuentros. Un gesto que, acompañado de la seriedad en el rostro de Jung-woo, llamó la atención a miles de espectadores. Sin embargo, resulta natural en alguien cuyo puesto actual en el ejército es el de futbolista.
En Corea del Sur el servicio militar es obligatorio y dura entre dos y tres años. Sin embargo, los deportistas de élite tienen una alternativa: ingresar en el equipo del ejército, el Sangmu, cuyo rimbombante nombre completo es Cuerpos Atléticos de las Fuerzas Armadas de Corea del Sur. El Sangmu comprende 23 disciplinas deportivas, con un total de 400 plazas. Una de ellas está ocupada desde este año por Jung-woo, que se encuentra destinado en el Kwangju Sangmu. El equipo, que disputa la liga coreana, cuenta con 41 futbolistas en su plantilla, algo que no es raro dentro de su competición. Lo que sí es infrecuente es la ausencia de deportistas de otros países, debido a su estatus militar, que le impide fichar futbolistas foráneos.
El Kwangju fue fundado en 1985 y este año disputa su novena liga. El hecho de que cada dos años deba renovar completamente su plantilla, debido a que los futbolistas terminan el periodo de alistamiento y regresan a sus clubes de origen, es un lastre deportivo. Por ello, pese a que en un momento u otro puede contar con los mejores jugadores del país, nunca ha logrado pasar del sexto puesto en la liga.
El gobierno coreano considera el éxito deportivo como un gran apoyo a la imagen pública del país, así que el Sangmu no es el único salvoconducto para los que quieren evitar la educación militar en el sentido clásico. Corea del Sur también exime del periodo de servicio a los que ganan cualquier medalla en los Juegos Olímpicos y a los que se hacen con el oro en los Juegos Asiáticos. También, de manera extraordinaria, hizo lo propio con la selección de fútbol que alcanzó las semifinales del Mundial de 2002, disputado en su país, y con el equipo de béisbol que ganó la World Baseball Classic en 2006.
Kim Jung-woo, sin embargo, no parece haber recurrido al deporte para librarse del reclutamiento. Corea del Sur se juega hoy ante Nigeria, a las 20.30 horas, su pase a los cuartos de final. Esta noche Jung-Woo volverá a cuadrarse cuando escuche el himno de su país. Porque Woo, cuando está en el campo, está de servicio.
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