"Esto es mucho más que un sueño"

Lloró al lanzarse al suelo tras su triunfo , al recuperar el número uno del mundo, al convertirse en el segundo tenista con más títulos en París, cinco, uno menos que el dios Bjorn Borg, al cerrar una actuación asombrosa sin ceder un solo set. Lloró Nadal entonces y le costó no volver a hacerlo en la ceremonia de la entrega de premios.

Ya con el trofeo bajo el brazo, y micrófono en ristre, el español comenzó la rueda de agradecimientos: a la Reina y las personalidades presentes, al público, a los recogepelotas, a la organización, a Soderling, incluso. "Enhorabuena Robin", se arrancó el español en inglés, "por el gran torneo que has hecho. Me sabe mal haber hecho el mejor partido contra ti", dijo entre risas.

A continuación pasó al idioma francés para hacerle un guiño al público: "Gracias a la gente por el apoyo recibido, pues este ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi carrera". Y echó mano del castellano para despedirse. "Quiero agradecer a Su Majestad la Reina su presencia y la del resto de autoridades. Es mucho más que un sueño volver a ganar aquí. Gracias también a los voluntarios, a la organización, a todos porque me han hecho pasar aquí seis años como en casa".

Ya fuera de protocolo, y ante las cámaras de la televisión, Nadal valoró lo ocurrido. "He sacado mi mejor tenis en el día más importante. No lo había podido sacar hasta ahora, pero ha sido un partido muy bonito ante un rival muy complicado. He estado muy rápido, muy bien físicamente".

Preguntado sobre sus lágrimas al coronar su triunfo, el español señaló: "He llorado porque ha sido un año muy difícil, y durante la semana no podía contener la ansiedad por el año que he pasado, pero me he conseguido serenar hoy, cuando más era necesario". Y respecto a ser de nuevo el número uno del mundo, el español, fue concluyente. "Lo último que contaba para mí era ser el número uno. Lo importante era volver a conquistar este trofeo", cerró Nadal.