Jiménez: "No quería, pero tengo que irme de mi casa"
El ex entrenador del Sevilla se despide asegurando que se marcha "con la espina clavada de no levantar la Copa del Rey"
El ex entrenador del Sevilla Manolo Jiménez, destituido en la madrugada del miércoles tras empatar su equipo ante el Xerez, se ha despedido hoy y ha declarado que se marcha "con la espina clavada de no levantar la Copa del Rey", para cuya final ha clasificado al conjunto sevillista. "Llevaré sentimiento sevillista. Es un corazón sevillista forjado desde los 17 años. No se va un entrenador más, se va un sevillista que no es menos profesional que cualquiera. Tengo la misma capacidad que cualquiera. No quería irme, pero me tengo que irme de mi casa", ha dicho.
Jiménez ha indicado que "han sido casi treinta años perteneciendo a esta entidad" tanto como jugador como en los banquillos, "consiguiendo objetivos marcados", lo que hace que se sienta "orgulloso, pero quizá de lo que más, de la aportación de jugadores desde el filial", al que entrenó durante siete temporadas. El técnico andaluz ha indicado que le "han exigido mucho" pero que "esa exigencia te hace crecer", por lo que quiso dar "las gracias a esta afición inconformista y gracias especialmente a la prensa más crítica", pues considera que le ha "enseñado a ser mejor profesional y hasta mejor persona".
Jiménez ha reconocido que "este año ha sido de mucho desgaste" pero que lo único que le "pone triste es no poder levantar la Copa", ya que ganar un título con el Sevilla era su "sueño desde niño", aunque ha anunciado que en la final estará "apoyando desde donde sea". El ex entrenador sevillista ha aventurado que el club lo "ha destituido porque han podido aparecer nervios por la posibilidad de no conseguir la clasificación para Champions" y ha revelado que su cese le fue comunicado "por el presidente con Monchi". Jiménez, que reconoció que la situación que se le hará "más dura con el paso del tiempo porque han sido once años yendo todos los días a la ciudad deportiva", ha comentado la existencia de "un pacto para aparcar hasta el final de temporada" su posible renovación.
No obstante, ha asegurado que tenía "casi decidido no seguir, aunque no se puede dar nunca nada por descartado en fútbol" pues él "hubiese querido ser ese entrenador inglés a largo plazo, con posibilidades de hacer una plantilla para pelear por todo". El técnico de Arahal es consciente de que los dirigentes del Sevilla "están un poco nerviosos porque el club no se puede parar y se necesita un entrenador para ir a Villarreal a competir" y en este sentido ha alabado a su posible sustituto, Antonio Álvarez, a quien ha definido como "un gran sevillista, hombre de club y buen profesional".
A Jiménez no le han gustado "las formas" de su cese, aunque asume que "fueron las que fueron por la premura de tiempo" si bien le "hubiese gustado estar advertido antes de salir a dar la rueda de prensa" tras el partido del Xerez. El técnico también ha declarado que "siempre" estará "disponible para lo que el Sevilla necesite" y ha recordado que no quiso en su día como jugador "aceptar una oferta del Real Madrid".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.