El Madrid olvida el varapalo europeo

El Real Madrid dio un paso adelante tras la dolorosa derrota del pasado jueves en la Euroliga ante el Maccabi Tel Aviv y derrotó con solvencia al Power Electronics Valencia en el pabellón de la Fuente de San Luis, donde el equipo se mantenía invicto en la Liga ACB esta campaña. El equipo de Ettore Messina tiró mano de Sergi Llull y Felipe Reyes para llevarse un choque que se decidió en el último cuarto, en el que los visitantes, pese a las dudas mostradas durante el partido, tuvieron la tranquilidad y la energía suficientes para sellar el triunfo.

Con esta derrota, el Power Electronics Valencia cerró una racha de once triunfos seguidos como local y dijo adiós a sus escasas opciones de arrebatarle al equipo madrileño la tercera plaza de la clasificación en el tramo final de la fase regular. El Real Madrid saltó a la pista arrastrando aún la pesada losa de su derrota continental y en los primeros minutos la defensa local se le hizo un muro insuperable. Poco a poco, la energía de Sergi Llull despertó a los visitantes pero no bastó para ahuyentar totalmente los fantasmas europeos.

La buena defensa local se vio completada por los puntos de Rafa Martínez. El escolta catalán anotó once de los primeros diecinueve puntos de su equipo, pero cuando, necesitado de descanso, se fue al banquillo, los locales se quedaron sin referente ofensivo. Durante unos minutos, el Madrid tuvo la oportunidad de hacerse el dueño del choque pero su pésimo porcentaje de triples (0 de 11 en la primera parte) y sus errores en los tiros libres (6 de 12 en los primeros veinte minutos) le impidieron abrir brecha en el marcador y lo pagó caro.

Finalmente el equipo valenciano encontró su líder ofensivo. De hecho, no fue uno, si no dos y la suma de los puntos de Kosta Perovic cerca del aro y los tiros exteriores de Thomas Kelati hizo que el Power Electronics se fueran al descanso con la iniciativa del juego y el marcador de su lado (35-28, m.20). El descanso hizo reaccionar al Madrid. Liderado por Jaric y Reyes, logró en apenas tres minutos, un parcial de 0-10, incluido un triple del pívot español, que le devolvió la confianza y puso a prueba la capacidad de sufrimiento local.

Spahija tiró de táctica para frenar la sangría. Introdujo a Kelati para frenar a Jaric y reconvirtió a Claver de ala-pívot para sujetar a Reyes. El cambio funcionó y con los puntos de Rafa Martínez y el propio Claver, los locales igualaron el choque. Pero Llull no dejó que su equipo se viniera abajo. El base menorquín se multiplicó, generó juego, repartió asistencias y con un triple puso contra las cuerdas a los locales (53-64, m.34). El Power Electronics lo intentó, pero con más corazón que argumentos y se estrelló con la buena defensa visitante que ayudada por los puntos de Reyes bastó para cerrar el choque.