Plaza: "Entré y salí en silencio del Real Madrid"
El entrenador del Cajasol, revelación de la ACB, afronta con realismo su participación en la Copa del Rey ya que el 95% de sus pupilos nunca la han disputado
En la jornada 22 de la pasada temporada el Cajasol ocupaba, con cuatro victorias y 17 derrotas, la última posición de la liga ACB, de la que escapó, milagrosamente, en los últimos partidos. Un año después, en idénticas circunstancias, el conjunto sevillano espera su cruce contra el Regal Barcelona en los cuartos de la Copa del Rey (hoy a las 21.35, La2) y vive instalado en la quinta posición, con 13 victorias y nueve derrotas. Un cambio radical del que Joan Plaza (Barcelona, 1963) es el principal responsable. Tras su paso por el Real Madrid, el entrenador catalán le ha devuelto la identidad a un equipo que vagaba a la deriva durante años. Con la actual revelación de la ACB vuelve la ilusión por las canastas en la ciudad hispalense.
Pregunta: ¿Cómo definiría al Cajasol?
Respuesta: Diría que las palabras son compromiso, esfuerzo y generosidad. Los jugadores, que años atrás sufrieron, ahora han encontrado una fórmula que les hace divertirse en los partidos y competir contra todos. La gente que ve al Cajasol ve a un equipo serio, con las ideas claras, y consciente de las limitaciones que jugadores y entrenador podamos tener.
P: Fue funcionario de prisiones, ¿le ha servido para aguantar mejor la presión?
R: Son cosas distintas. Ser funcionario de prisiones te vale para comer, porque fue una etapa en la que en una familia de seis hermanos siempre era complejo aportar algo a la economía familiar. Evidentemente, te sirve para saber valorar donde estás, y me siento un privilegiado de poder trabajar en aquello que siento. Me apasiona este reto.
P: A principios de temporada, ¿estaba la Copa en el guión?
R: No. Cuando la directiva del Cajasol habló conmigo, lo que querían era estabilizar su proyecto, que no pasaran las penurias de los últimos años, no bajar a la LEB en la última jornada... pero en el guión no estaba jugar la Copa del Rey, ni el ir quintos en la ACB a un triunfo del cuarto. Creo que el éxito o no de nuestro equipo es saber cuál es el papel de cada uno y saber el papel que desempeña en el equipo. Y pese a la última derrota [contra Unicaja], no llegamos mal.
P: ¿Ha tenido que concienciar mucho a la plantilla sobre esta competición?
R: La Copa del Rey es muy bonita, pero el 95% de mi plantilla no la ha jugado nunca y tenemos un reto muy difícil que se llama Barcelona.
P: El Regal Barcelona es el máximo favorito, ¿es una motivación o un desencanto jugar contra ellos?
R: Hay que ir a jugar. Por su trayectoria, puede ser sinónimo de quedarte apeado a las primeras de cambio, pero una vez asumido esto hay que disfrutarlo y ser capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos. Sabemos que les costó superarnos en la primera vuelta [el Barcelona ganó 76-67], pero eso es sólo un acicate más para ellos para vencernos o apabullarnos.
P: El Barcelona tiene el mejor ataque y la mejor defensa de la ACB. El Cajasol, por su parte, la segunda mejor defensa, pero el segundo peor ataque. ¿Plantea un partido a pocos puntos?
R: En los seis meses que llevo en Sevilla nunca ha habido ningún planteamiento en el vestuario de cara a hacer ataques ni posesiones largas. Nunca esa palabra ha salido de mi boca. Sabemos que tenemos un talento determinado, pero no sabemos cuantificarlo. Si el Barcelona es 10, nosotros somos un 6 o 7. Por lo que cada posesión tendrá el doble de valor.
P: ¿Cuál es la clave para derrotarles?
R: Debemos hacer que se sientan incómodos. Juegan un baloncesto muy físico e intentaremos que el panorama no sea fácil para ellos, como casi siempre. Si jugamos a intercambiar canastas, creo que estamos muertos. Somos conscientes de lo que tenemos delante.
P: Desde que debutó como primer entrenador con el Real Madrid, en la temporada 2006-07, nunca se ha perdido una Copa. ¿Qué tiene de especial?
R: Es un torneo muy bien pensado, que incluso han copiado otros países y continentes. Crea un buen ambiente a nivel de jugadores, staff técnico, prensa y aficiones. Es un ambiente más parecido a una Final Four universitaria. Vale la pena vivir una vida por vivir una Copa. Estamos orgullosos de haberlo conseguido.
P: Además, es un título que le falta. ¿Le obsesiona conseguirla?
R: No es una obsesión, aunque cuando entrené al Real Madrid en mi primer año se nos escapó por un mal primer cuarto contra el Barça. Hemos de gozarla y ser conscientes de que venimos con un equipo que el año pasado acabó decimocuarto. Si encima pasamos una eliminatoria... ya pasar tres me parece excesivo. Estaríamos muy por encima de nuestras capacidades técnicas, económicas y psicológicas. Pero ojalá.
P: Hablando del Real Madrid, ¿cómo lo ve?
R: Tienen que encontrar su identidad, es un equipo hecho para ganar inmediatamente. No hay margen de tiempo, nunca lo hay en el Madrid. Tienen un gran entrenador y una gran plantilla. No me extrañaría que a la hora de la verdad dieran la cara. Aunque es verdad que no están dominando como parecía que tenían que hacer.
P: ¿Siente alguna pena por cómo acabó su etapa madridista?
R: Yo entré y salí en silencio. Cuando fiché por el Madrid fue una apuesta arriesgada de una serie de personas que salió muy bien. Y me quedé tres años. Estoy muy agradecido por la etapa que pasé allí, pero también soy consciente de que las tornas han cambiado
P: ¿Por qué Messina cuenta este año con una superplantilla que no pudo tener Joan Plaza el año pasado?
R: Los recursos y la disponibilidad de la presidencia son distintos. Estoy contento de haber aportado mi granito de arena a un club tan grande como el Madrid, donde gané un título que nunca había ganado el club, como la Copa ULEB, conseguimos la ACB, ganamos a un equipo de la NBA, fui entrenador del año... Tuve años muy buenos y ahora trato de ganar la confianza para volver a un equipo de ese estilo.
P: Es muy aficionado a escribir novelas, ¿cuál sería el guión perfecto para el Cajasol?
R: Prefiero un símil más cinéfilo, que sería Hoosiers: un grupo de casi amigos que no salen en las quinielas para optar a nada y se ganan un espacio gracias a la cantidad de trabajo, ilusión, sueños... Es un buen reflejo. Esperemos acabar bien la temporada, que para nosotros es meternos en playoffs, donde no nos metíamos desde hace diez años, y nunca en una Copa y playoffs en el mismo curso. Sería un buen final feliz.
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