Murray contra la historia
El británico, con su peculiar estilo de contraataque, busca ante Federer su primer grande
¿Es Andy Murray un paparra? La respuesta la tiene Roger Federer, su rival esta mañana en la final del Abierto de Australia: "Tiende a esperar mucho a los errores de su contrario. Va a tener que trabajárselo mucho en los próximos años si sigue jugando de esta manera. Se queda bien detrás de la línea de fondo y eso quiere decir que tienes que correr mucho. Creo que, al final, sobre una carrera de 15 años, debes querer más ganar el punto que esperar a que tu rival lo falle. A mí me ha ido bien así, pero quizás él nos sorprenda y esté haciendo eso durante 20 años". Es marzo de 2008 y Federer está enfadado. Acaba de perder contra el escocés y se siente estafado. Murray se ha pasado el encuentro paparreando, que dicen los tenistas, aprovechando su toque delicado para dejar la bola dentro, bombeando largo sin buscar nada, sin arriesgar nada, sólo esperando un fallo. Hoy se verá su versión 2.0. A un maestro de la táctica que es cada día más agresivo: lleva seis victorias en diez partidos con el número uno. Eso no lo puede decir cualquiera. Sólo él, Rafael Nadal, Dominik Hrbaty y Gilles Simon han ganado más veces a Federer de las que han perdido.
"Tengo el juego para hacerle daño a Roger", resume el escocés, que pasa sus días viendo DVD's de humor británico (Gavin&Stacey), charlando con el boxeador Ricky Hatton, que vino a visitarle con su diminuta estatura, sus chanclas y su nariz horriblemente partida; y sintiendo llegado su gran momento. "Necesito jugarlo durante cinco sets para ganarle", cierra. Cuando Murray llega al club con sus bolsas a cuestas nadie diría que es el mismo tenista que en 2008 perdió contra Federer la final del Abierto de Estados Unidos. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Nadal era la segunda cara de un deporte bipolar, cruelmente sometido a la dictadura del español y del suizo. Ahora el tenis no entiende de jerarquías. El Abierto de Estados Unidos fue para Juan Martín del Potro. Marin Cilic será confirmado entre los mejores más pronto que tarde. Y con la competencia creciendo, Murray siente la urgencia de ganar su primer grande.
"Dos años después, me siento más maduro física y mentalmente", dice escocés, que busca el primer grande para el Reino Unido desde 1936, cuando Fred Perry ganó en Estados Unidos. "Tengo más experiencia en estas situaciones. En lo más alto de cualquier deporte, al final, se puede decidir por unos pocos puntos aquí y unos pocos puntos allí..." ¿Qué piensa Federer de todo esto? "Que me voy a asegurar de hacerle el partido tan duro y tan difícil como sea posible. Y que no ganó su primera final grande...lo que no creo que le ayude en la segunda".
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