Misma escuela, distintas formas
Ivanovic y Katsikaris imponen una férrea y meticulosa disciplina a sus jugadores, pero difieren en su manera de aproximarse a ellos
El derbi del domingo enfrentará a dos equipos vascos que viven momentos casi opuestos, pero que juegan bajo la batuta por dos entrenadores de corte muy similar. Más allá de las apariencias, el griego Fotis Katsikaris, que afronta su esperado estreno como técnico del Bizkaia Bilbao Basket, y el montenegrino Dusko Ivanovic, al frente del Caja Laboral, tienen un perfil similar. Ambos son disciplinados, meticulosos y tácticamente ricos.
El motivo de ese parecido es que Katsikaris, como otros técnicos helenos, asume los "postulados de la antigua escuela yugoslava", que prima una férrea disciplina.
Esa influencia se traduce, según el ex jugador y periodista Miguel Ángel Paniagua, en poner un "énfasis tremendo en la defensa" y en desplegar una táctica muy bien estructurada. Esa forma de ver el baloncesto provoca, según el experto, que los equipos "funcionen bien" y obtengan "altos dividendos". Un buen ejemplo de ello es la etapa de Ivanovic como entrenador del Tau Cerámica Baskonia, con el que ganó una Liga ACB, dos Copas del Rey y llegó a disputar la final de la Euroliga. Bien es cierto que su estrategia no funcionó tan bien cuando estuvo al frente del Barcelona, aunque Paniagua matiza que en el equipo catalán había figuras y estrellas nada o poco acostumbradas al rigor que exigía el montenegrino. "Es disciplinado dentro y fuera de la cancha y deja poco espacio a la creatividad.
Ambos despliegan tácticas muy bien estructuradas que aseguran resultados
Mañana se medirán en el derbi, aunque no es la primera vez que compiten en liga
Sabe mantener tensos a los jugadores y su táctica es impecable", resume Paniagua.
Ahora bien, ambos entrenadores abordan "el control sobre la plantilla de forma diferente", según Paniagua. Es decir, según el experto, ambos técnicos divergen en su carácter y en su forma de aproximarse a los jugadores. "Katsikaris es menos jerárquico y autoritario. Es más amigable y liberal" en su trato con los jugadores. Y es que Ivanovic "controla a sus chicos "dentro y fuera de la pista" y llega a llevar su disciplina a la "vida personal" de cada miembro de su equipo, al ser un punto más "paroxístico" que Fotis e ir "muy al detalle" en todos los aspectos del juego. "Tienen mucho en común, pero Ivanovic asume un rol más de jefe, mientras que Fotis se muestra más afable con los jugadores", concluye Paniagua.
Desde un punto de vista personal, fuentes del club vitoriano describen al montenegrino como "trabajador, implicado y profesional", y destacan su carácter agradable, amena conversación y sentido del humor. Amante del arte en general, es asiduo visitante a museos e impenitente espectador de óperas. Asimismo, aprecia la buena gastronomía y entiende de vinos.
Por su parte, el Bizkaia Bilbao Basket califica a Katsikaris, ex jugador que desempeñaba su rol de base "tirando todo lo que cogía", de "exigente, cordial y cercano". Padre de dos hijos de 11 y 13 años, el técnico griego es una persona "muy familiar" al que le encanta vivir en España. "Aporta novedad y frescura", señala el club bilbaíno.
No es la primera vez que Ivanovic y Katsikaris se enfrentan sobre la cancha. Y los resultados siempre han favorecido al montenegrino. Su primer encuentro en liga tuvo lugar hace tres temporadas. En el partido de vuelta el Pamesa Valencia de Fotis cayó por 9 puntos ante el Barcelona de Ivanovic. En la décima jornada de la temporada 2007/08 ambos equipos llegaron a la prórroga y los catalanes se
impusieron por un ajustado 80-83.
En 2005 Katsikaris sonó como Katsikaris, ex entrenador y jugador del AEK de Atenas, encabezó la lista de los posibles candidatos para sustituir a Ivanovic en el banquillo del Tau Cerámica tras la marcha del montenegrino al Winterthur FC Barcelona.
Mañana se volverán a encontrar en un explosivo derbi que llevará al Bizkaia BB, que cogió un poco de aire en la clasificación tras su victoria ante el CB Granada, a un Caja Laboral en un momento óptimo que viaja a Bilbao arrastrando la baja de Barac y Oleson y los problemas físicos de Elihayu. El griego aspira a controlar el ritmo del partido, mientras que a Ivanovic no le preocupa demasiado que las ausencias puedan trastocar su juego interior.
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