El Valencia, letal lejos de Mestalla

"Tendremos que estar muy atentos a su contraataque mortal". Así advertía Caparrós, el entrenador del Athletic, a sus pupilos. Y, cosas del fútbol, resulta que al final "nos han metido los dos goles cuando estábamos mejor posicionados", recordaba el técnico en conferencia de prensa tras el partido del domingo que ganó el Valencia (1-2) en San Mamés. Era la quinta victoria consecutiva de los de Emery fuera de casa, la sexta en la Liga, de los siete partidos jugados lejos de Mestalla.

El Valencia, el mejor visitante de la competición española, cuenta una única derrota en la Liga, contra el Getafe (1-3) en la cuarta jornada. Pero su trayectoria en Mestalla no es tan brillante como fuera. En su estadio apenas ha podido ganar dos partidos, contra el Sevilla (2-0) y el Zaragoza (3-1). Los otros cuatro terminaron en empate.

Y, como bien había observado Caparrós, todo tiene una explicación. Efectivamente, sus contraataques son letales. Como explica Álvaro Cervera, ex jugador del Valencia y actual técnico del Jaén, el Valencia no puede jugar igual en casa y fuera, como sí pueden permitirse el Barça y el Madrid. Ocurre que cuando juega como visitante es más directo, "tiene más claro lo que tiene que hacer, sabe que tiene que defenderse del rival primero, y en segundo lugar, aprovechar las contras".

Sin embargo, como local su fútbol cambia. Porque no presta tanta atención al equipo contrario. "Y sólo sabe que tiene que atacar y atacar". Quizá no se percate de una de sus máximas: "El Valencia cuando defiende bien gana muchos partidos", sentencia Álvaro.

Los cuatro empates cosechados en su propio estadio son, lógicamente, la asignatura pendiente de Emery, un entrenador que nunca escondió su gusto por los equipos ofensivos, por el juego bonito, por un fútbol mucho más plástico que eficiente. Claro que aterrizó en un club que aspiraba a jugar bello, pero sin renunciar a sus férreas defensas. Un cóctel difícil.

Se escuda el cuerpo técnico en cómo se sucedieron esos empates, sobre todo los que el Valencia firmó contra el Sporting (2-2), el Atlético (2-2) o el Mallorca (1-1), ya que en el 0-0 contra el Barcelona el equipo fue algo más conservador y el resultado final supo a gloria. En cambio, en los otros tres encuentros, Mestalla vio cómo se le escapaba el partido, pese a haberse adelantado primero, en los últimos minutos del juego. El Sporting empató en el minuto 86, el Atlético en el 92 y el Mallorca, de penalti, en el 84. "Quiero pensar que fue mala suerte. En esos momentos, el equipo contrario se ve perdido y acumula más gente arriba, de modo que tú estás más expuesto a cometer errores", explica Álvaro.

El cuerpo técnico entiende que aquellos seis puntos se escaparon por meros "accidentes". "En realidad, en los empates que hemos cosechado (cuatro en Liga y otros tres en Europa), siempre hemos estado más cerca de la victoria que del empate. Y jugando así, ganaremos nueve de diez partidos", señalaba recientemente Bruno. Lo mismo dijo Villa tras el partido contra el Mallorca: "De diez partidos que juguemos así, ganamos nueve y empatamos uno".

Claro que no han empatado uno. Y cuando algo se repite deja de ser fruto de la casualidad. "Si tienes mala suerte en repetidas ocasiones, debes analizar por qué". El Valencia no ha aprendido aún a administrar los minutos finales de los partidos. "Debería jugar menos, es decir, hacer lo que hace el Sevilla: pérdidas de tiempo, jugadores en el suelo... Debe tener más picardía".

Navarro, operado

El defensa David Navarro fue operado ayer de una fractura en el cuarto dedo de la mano izquierda sufrida durante el partido del domingo en San Mamés. A pesar de la intervención, el central estará disponible el sábado para el partido contra el Madrid.