Nadal se marcha de vacío
El español, dolorido en la espalda, pierde contra Djokovic y se despide de Londres
Rafael Nadal está tendido sobre el suelo, donde un fisioterapeuta le masajea la espalda. Es su tercer partido en la Copa de Maestros y su tercera derrota, esta vez ante Novak Djokovic (7-6 [5] y 6-3), que le rompió el saque en la segunda manga después de las friegas del masajista. El futuro inmediato, sin embargo, quizás le preocupe más al español que lo que ha ocurrido esta tarde: España y la República Checa juegan la final de la Copa Davis entre el 4 y el 6 de diciembre en Barcelona. La selección llega a tan delicado compromiso con Fernando Verdasco pendiente de las pruebas médicas que analicen su castigada armadura y con Nadal tendido en la camilla.
El español y el serbio firmaron un partido menos que tibio, simplemente malo. Djokovic, que por dos veces tomó break de ventaja en la primera manga, pareció dispuesto a dimitir en cualquier momento. Firmó un paupérrimo 43% de primeros saques, sumó 23 errores no forzados en un solo set y pareció querer entregar la cuchara, asfixiado como estaba. Nadal no le dio el impulso que necesitaba, de nuevo impreciso y sin pulso firme: como ante Robin Soderling, en la primera jornada, perdió un partido en el que siempre pareció tener más argumentos que el rival. De nuevo cometió más errores no forzados que golpes ganadores (12 por 35), cuando sus éxitos siempre se basaron en el control de los fallos, en una seguridad a prueba de bombas. El mallorquín, como siempre, se entregó con intensidad y brío, lo que le permitió superar situaciones verdaderamente comprometidas, dos puntos de partido en contra incluidos. Con eso, sin embargo, por ahora no le alcanza.
Djokovic ha logrado su tercera victoria consecutiva sobre Nadal y vivirá una tarde interesante: Robin Soderling, ya clasificado, juega esta noche contra Nicolay Davyedenko, que puede dejarle fuera del torneo. Si el serbio continúa en juego mantendrá sus opciones de arrebatarle el número dos del mundo al español, para lo que necesita ganar el torneo.
España, por su parte, ya se centra en la conquista de la Copa Davis. Será una empresa de altura. La selección llega con sus dos mejores tenistas con la reserva encendida.
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