Las rotaciones no siempre funcionan
Primera victoria de Osasuna frente a un Valladolid con muchos cambios
Camacho se llevó de Valladolid la primera victoria de la temporada para Osasuna en un partido feo, en el que la voluntad y la energía tuvieron más peso que las cosas que tienen que ver con la pelota y la técnica de los futbolistas. El primer gol llegó por sorpresa, sin que nada lo anunciase, ni una jugada de gol, ni una sola ocasión, solo un partido atropellado y peleado, enredado en el rigor táctico de los dos entrenadores. El Valladolid había aparecido con seis cambios en el once respecto a su último encuentro, con los goleadores del partido ante el Zaragoza en el banquillo o en la grada, con la rotación por bandera, y comenzó el choque enredado, fuera de sitio y algo asustado por el empuje de Osasuna, un equipo fabricado para eso, para la pelea palmo a palmo. Pandiani recogió un balón suelto en el centro del campo y sólo pensó en la portería, en la posición adelantada del portero. El zapatazo, desde unos 30 metros, venció las manoplas de Jacobo y se coló manso en la red.
Valladolid 1 - Osasuna 2
Real Valladolid: Jacobo; Barragán, César Arzo, Luis Prieto, Nivaldo; Medunjanin, Alvaro Rubio; Nauzet (Sisi, min 46), Jonathan Sesma (Baraja, min. 65), Héctor Font y Manucho (Diego Costa, min 46).
Osasuna: Ricardo; Oier, Miguel Flaño, Josetxo, Monreal; Juanfran (Masoud, min. 86), Rúper, Nekounam (Puñal, min. 70), Camuñas; Pandiani y Aranda (Galán, min 70).
Goles: 0-1: Min 25, Pandiani. 1-1: Min. 47, Costa. 1-2: Min 71, Galán.
Arbitro: Paradas Romero (Comité Andaluz). Amonestó a Font, Medunjanin, Manucho, Flaño, Ricardo, Rúper y Monreal. Expulsó a Prieto por un agarrón siendo el último defensor (min. 40) y a César Arzo por doble amarilla (min. 80).
El Valladolid no reaccionó, se desnudó un poco más, la línea defensiva comenzaba a sufrir y en una jugada sin peligro aparente Luis Prieto se enganchó del brazo de Aranda y Paradas Romero le expulsó sin pestañear cuando aún no había terminado la primera mitad. Mendilibar guardó los cambios para el descanso, reordenó líneas, añadió kilos a la delantera con Diego Costa, alegría a la banda con Sisi y el resultado fue inmediato.
En la primera jugada de la segunda parte, Diego Costa se escapó de todo los jugadores que le salieron al paso y su centro fue desviado por Monreal a la red. El empate alivió al Valladolid, le dio oxígeno, pero el arreón duró muy poco, poquísimo, porque Mendilibar tenía al equipo partido en dos y con la defensa desquiciada.
Camacho no se impacientó, aguardó hasta que a Aranda se le terminase la gasolina, hizo debutar a Galán, un goleador que llega de la Segunda División B, y en la jugada siguiente el delantero le devolvió el regalo de su debut con el segundo gol después de otro despeje erróneo de los centrales del Valladolid. La expulsión de César Arzo, cuando faltaban diez minutos para el final, terminó de sepultar al Valladolid, incapaz de ganar un encuentro ante su afición de Zorrilla desde el 15 de marzo.
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