España pierde su condición de invicta
La selección española de baloncesto cae ante una gran Lituania (94-72) en un partido de preparación para el Campeonato de Europa de Polonia
España perdió su condición de invicta en el último partido de preparación para el Campeonato de Europa de Polonia, que comienza la próxima semana, ante una Lituania que tuvo en los triples y en una agresiva defensa, apoyada por la permisividad arbitral, sus principales armas. Los lituanos salieron como lobos hambrientos, jaleados por once mil gargantas, buscando una victoria balsámica que relanzara su moral ante el inminente Europeo, que comienza el próximo lunes en Polonia. Pese a que los primeros puntos cayeron del lado español, Lituania se puso por delante en varias ocasiones, mientras que los jugadores de Sergio Scariolo acusaban, quizá en exceso, el gran ambiente de las gradas.
Lituania 94 - España 72
Lituania (23+23+26+22): Lukauskis (5), Jomantas (5), Kleiza (19), Ksystof Lavrinovic (10) y Javtokas (4) -cinco inicial-, Delininkaitis (19), Petravicius (14), Darius Lavrinovic (6), Macilius (7) y Jomantas (5).
España (18+22+19+13): Rubio (9), Navarro (6), Claver (2), Marc Gasol (15) y Garbajosa (13) -cinco inicial-, Mumbrú (6), Raúl López (7), Reyes (6) y Llull (8).
Árbitros: Los lituanos K. Pilipauskas, M. Gudas y J. Laurinavicius. Ksystof Lavrinovic (min. 35), Llull (min. 35) fueron eliminados por cinco personales.
Incidencias: Partido amistoso entre Lituania y España, último de preparación para las dos selecciones antes del campeonato de Europa, disputado en el Siemmens Arena de Vilna ante unos 11.000 espectadores.
Los ataques se impusieron a las defensas en el primer cuarto, gracias en parte a la ayuda arbitral, muy permisiva en el contacto de los locales en defensa. Un triple en los primeros segundos del segundo cuarto elevó el marcador a 26-18, una diferencia considerable que obligaba a España, por primera vez en todos los partidos de preparación, a remar a contracorriente. Con 32-20 en el luminoso, Scariolo recurrió al remedio clásico: defensa y contraataque. España se colocó en zona y se arremangó los pantalones. Dos recuperaciones con sendos contragolpes eléctricos metieron a la selección de nuevo en el partido.
La igualdad (36-36) llegó a poco más de dos minutos para alcanzar el descanso gracias a no rehuir la batalla y demostrar a Lituania que España también sabe jugar con una fuerte defensa con contactos y con ataques elaborados, que el campeón del mundo y subcampeón olímpico sabe fajarse con cualquiera en cualquier terreno. Sin embargo Lituania supo seguir con la inercia y se marchó al descanso con seis puntos de ventaja (46-40), con siete triples conseguidos por uno solo de España. Faltaban los puntos de Navarro y los del ausente Rudy, por no hablar de la carencia de Pau Gasol para poner un poco de orden bajo los tableros.
Por primera vez España estaba jugando con un rival serio en un ambiente hostil y con árbitros nada favorables. Nada que ver con la Lituania que perdió en Sevilla el pasado 21 de agosto por 100-74. Un verdadero partido de preparación. En poco más de tres minutos España volvió a estar a más de diez puntos de Lituania (56-45) con Kleiza demasiado nervioso e intentando agredir a Marc Gasol. Y a los cuatro minutos y medio de juego, el marcador reflejaba un más que peligroso 61-45. Scariolo volvió a recurrir a jugar con tres bajitos para imprimir velocidad y ser más agresivos en defensa y tener más opciones de robo. Pero los triples siguieron sin entrar. Mejor dicho, los triples españoles, porque los lituanos se aliaron con la línea de 6,25 metros y el aro. 72-59 al término del tercer cuarto.
Dos minutos y 80-61 con el mismo argumento: triples lituanos, doce al final, y fallos españoles, solo dos triples, con nervios por la descarada permisividad de los árbitros locales con sus compatriotas. España perdió su condición de invicto, pero quizá ganó algo: saber que tiene que jugar a tope si quiere conseguir su objetivo
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