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AUTOMOVILISMO | FÓRMULA 1

Mosley ve próximo un nuevo Acuerdo de la Concordia

El presidente de la FIA enciende la mecha contra la FOTA y crea incertidumbre en el paddock

La última carta de Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), que ayer se hizo pública, concluye con una auténtica contradicción. Tras comunicar a los equipos de la FOTA los motivos por los que decidió que no tenían derecho a voto en la reunión del miércoles que debía decidir el reglamento para 2010, Mosley agrega un párrafo final en el que anuncia que un nuevo Acuerdo de la Concordia está casi a punto para ser firmado en los próximos días por todos los equipos de la F-1. Primero enciende el fuego y luego pretende apagarlo.

En el paddock nadie entiende casi nada. Los directores de los equipos apenas hablaron ayer y los pocos que lo hicieron prefirieron mantenerse en el anonimato. "Mosley pretende poner trabas a la paz", argumentó uno de ellos. "Pero lo único que consigue es que su imagen se hunda cada vez más en su propio charco de barro". Su prestigio se va deteriorando a marchas forzadas. Se salvó casi milagrosamente cuando estalló el asunto sexual sadomasoquista con ribetes nazistas en Gran Bretaña. Y ahora vuelve a la carga, colocando bombas terrestres en el acuerdo que habían alcanzado la FIA y la FOTA, bajo los auspicios de la FOM, para mantener un solo campeonato la próxima temporada, regido por las mismas normas que en 2009, con ligeros retoques y sin un límite presupuestario.

Para Mosley, cualquier cambio de normas en el reglamento de 2010 debe ser ratificado por todos los equipos aceptados en la parrilla. Y el presidente de la FIA entiende que los ocho equipos de la FOTA -Ferrari, McLaren, BMW, Toyota, Renault, Red Bull, Toro Rosso y Brawn GP- no están inscritos porque no se ha firmado todavía el Acuerdo de la Concordia que ellos reclamaron en el momento de inscribirse. Mosley asegura que el acuerdo de los cinco equipos inscritos sin condiciones -Williams, Force India y los tres nuevos: Campos, Manor y US F1- es indispensable porque tienen un contrato con la FIA que ni siquiera el Consejo Mundial puede romper.

"Lo que dice la FOTA de que fueron informados en la reunión de que el acuerdo entre todos los equipos inscritos era necesario para cambiar las normas es simplemente falso", asegura Mosley en su comunicado. "Los ocho equipos de la FOTA fueron invitados a la reunión para que los 13 equipos pudieran acordar el reglamento técnico para 2010. Pero cuando, por la tarde, los equipos de la FOTA abandonaron el recinto, dejaron libertad a los otros cinco para decidir sobre los acuerdos adoptados en el Consejo Mundial del pasado 24". La FIA anunció el miércoles que los equipos acordaron aumentar el peso del coche, con el piloto, a 620 kilos -para no perjudicar a los más pesados como Kubica o Webber- y bajar los presupuestos a niveles de 1990 en dos años.

Algunos comentarios que circularon ayer por el paddock, expresaban la convicción de que los últimos movimientos de Mosley van dirigidos a asegurar la presencia de los tres nuevos equipos -que él eligió- en la parrilla de 2010. "Todos han hecho cosas bien y cosas mal. Y ahora todos deberían dar un paso atrás y reencontrarse de nuevo para pacificar las cosas", agregaron desde la FOM. "Esta situación perjudica fundamentalmente a la F-1, que no puede seguir viviendo tan convulsivamente". El único mensaje de paz de Mosley fue ayer la proximidad del nuevo Acuerdo de la Concordia. Si se firma la guerra habrá terminado.

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