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Entrevista:MIREIA BELMONTE

"La natación no te da para vivir"

La española, plusmarquista mundial de 400m estilos en piscina corta, reclama más atención mediática para su deporte

Entre brazada y brazada, entre un vuelo y otro, Mireia también piensa en sus estudios. Cuando la competición se lo permite, acude como una joven más a las aulas del colegio, en donde actualmente cursa segundo de bachillerato. Después, se desplaza a la ineludible cita diaria con la piscina del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Allí le esperan 12.000 metros a nado y una intensa sesión de gimnasio. Exhausta, con el tiempo exacto para preparar su equipaje y emprender rumbo a Madrid, atiende el teléfono tras una dura sesión de entrenamiento. Todo fluye a un ritmo frenético. Como su propia vida.

Pregunta: ¿Todavía conserva algo de batería en el móvil?

Respuesta: Sí, la verdad es que durante estos días no ha dejado de sonar y tengo que llevar el recargador de un lado a otro. La gente me llama para darme la enhorabuena y eso se agradece.

"Mientras nado pienso en los exámenes y en mis problemas personales"
"La experiencia de Pekín fue muy enriquecedora en todos los sentidos"
"Las cifras no engañan y dicen que soy la mujer más rápida de la historia en los 400m estilos en piscina corta"
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Casi una segunda piel

P: ¿Es difícil asumir el éxito a su edad, ser un talento tan precoz?

R: Estoy sorprendida por la atención de los medios, pero en cierta manera, llegas a acostumbrarte. No es bueno agobiarse y trato siempre de ser yo misma, lo más natural posible.

P: En realidad, usted se zambulle en el mundo de la natación para corregir su escoliosis (desviación lateral de la columna). ¿No es así?

R: En efecto. Comencé desde muy pequeñita, a los cuatro años. Todavía la padezco, pero visito anualmente a los médicos para revisarla y no me impide competir a pleno rendimiento.

P: Hablando de rendimiento. ¿Cómo compagina la natación con los libros?

R: Es muy difícil, porque estoy en segundo de bachillerato, pero trato de llevar el tema lo mejor que puedo. Adapto las clases a los horarios de entrenamiento y cuando saco algo de tiempo lo aprovecho para el estudio.

P: ¿Cómo es su jornada en el Centro de Alto Rendimiento?

R: A primera hora de la mañana voy a clase y después tengo el primer entrenamiento en el CAR. Luego como, descanso un poco y a continuación me ejercito una hora en el gimnasio. Para finalizar, otra vez al agua.

P: ¿Qué distancia puede llegar a recorre diariamente en la piscina?

R: Alrededor de 12.000 metros cada día. Eso sí, si Carlos (su entrenador) aumenta el volumen de trabajo, la cifra asciende a 15.000.

P: ¿Es muy exigente su entrenador?

R: Sí, pero entiendo su trabajo. Cuando suena el bocinazo y me lanzo a la piscina, pienso en lo que me ha comentado previamente. Es un gran apoyo para mí.

P: Y ya dentro del agua, entre constantes idas y venidas de un lado a otro de la piscina. ¿En qué piensa un nadador?

R: ¡Uf! Estamos durante tantas horas sumergidos que da tiempo a pensar en muchas cosas. Yo, por ejemplo, pienso mucho en los exámenes; los preparo. Y también, medito mucho sobre los problemas personales.

P: ¿Cuál fue el punto de inflexión de su carrera? El instante en el que dijo: soy buena y quiero vivir de esto.

R: A los 12 años, cuando ingresé en el CAR, di el primer paso. Pero en realidad, no se puede vivir de la natación. A diferencia de otros deportes como el fútbol, la natación no es mediática. En Australia, por ejemplo, es uno de los deportes punteros y los profesionales viven de ello, pero en España no se le hace apenas caso.

P: ¿No reciben ayudas?

R: No, son muy escasas. Insuficientes.

P: La natación le quita muchas horas, le exige continuos viajes y, en cierta manera, le distancian de su familia. ¿Cómo lo llevan?

R: Su apoyo es fundamental. Lo entienden, están acostumbrados y me animan a que llegue lo más alto posible.

P: Al margen de la natación, ¿qué otras aficiones tiene?

R: Las propias de una chica de mi edad. Me gusta mucho ir de compras e ir al cine con mis amigos. En el fondo, me considero una chica muy sencilla.

P: Y para un deportista de élite como usted. ¿Qué significan unos Juegos Olímpicos?

R: Lo máximo. La experiencia de Pekín fue muy enriquecedora en todos los sentidos. Estuve todo el día rodeada de las grandes estrellas del deporte, en la Villa Olímpica... .

P: Cuente, cuente.

R: La verdad es que al principio impresiona un poco, pero el ambiente es increíble. Allí conocí a Ricky y a Rudy (integrantes de la selección española de baloncesto), aunque a este ya le conocía un poco de Badalona. Fui a ver un partido de baloncesto y luego ellos nos devolvieron la visita en el Cubo de Agua. ¡Ah! Y pude conocer a Kobe Bryant, un tipo muy sencillo también. Estuve un rato hablando con él e intercambiamos uno de mis gorros por una de sus gorras de la selección de Estados Unidos.

P: ¿Y trató con Michael Phelps?

R: Sí, fue todo un placer, porque además es mi ídolo. Compartimos algunos entrenamientos. Lo que hizo en Pekín no lo volverá a repetir nadie hasta dentro de muchos años.

P: La francesa Manadou también andaba por allí. ¿Qué opina de sus escarceos amorosos en las portadas de la prensa del corazón?

R: Ella sabrá lo que hace... . Me quedo con el protagonismo de Phelps en las piscinas, sin ninguna duda.

P: Da la sensación de que usted también se desenvuelve con facilidad ante los medios. ¿Le atrae este mundo?

R: Sí, me encanta. Todo lo que esté relacionado con la moda, la televisión y los medios de comunicación me fascina. ¿Conoce a un ex nadador, Filippo Magnini? Presentó la edición de La isla de los famosos en Italia. A mí me gustaría algún día poder llegar a hacerlo.

P: Los atletas olímpicos, en general, son bastante supersticiosos. ¿Usted lo es?

R: Es cierto. Yo soy muy maniática. Por ejemplo, llevo dos gorros: uno para sujetar bien el pelo y otro para las gafas. También utilizo uñas postizas, y cuando no me va bien en la competición, las sustituyo. Antes llevaba unas rosas, pero en Croacia utilicé unas blancas con una terminación azulada.

P: Los resultados obtenidos en los Juegos de Pekín fueron más discretos de los esperados. ¿Cómo encaja las críticas?

R: Si son constructivas, de buen grado. Si no, empleo la táctica del paraguas y trato de olvidarme de ellas. Soy muy autoexigente. En Pekín conseguí buenas marcas y mejoré mis anteriores registros, pero el nivel era máximo y yo debutaba en unos Juegos Olímpicos. Guardo un gran recuerdo.

P: Algunos puristas de la natación minusvaloran el récord de Rijeka por haberlo conseguido en piscina corta. ¿Qué les puede decir usted?

R: Que la marca está ahí y que las cifras no engañan a nadie. El día que toque intentar superarla en la piscina de cincuenta metros lo intentaré, pero a día de hoy, soy la mujer más rápida de la historia en esa distancia.

P: Hace escasos días, los entrenadores de las federaciones europeas trasladaron una queja a la FINA a raíz de la polémica suscitada por los diseños de los nuevos trajes de baño. ¿Qué piensa del dopaje tecnológico?

R: Es una tontería. Esos bañadores te ayudan a tener mejores sensaciones sobre el agua, pero no mejoran tu rendimiento. Algunos nadadores empezaron a utilizarlos pensando que iban a mejorar sus tiempos, pero no son mágicos. La base de todo es el entrenamiento.

P: ¿Y cuáles son sus grandes retos?

R: A corto plazo, este mismo fin de semana, los Campeonatos de España. Después, los Mundiales de Roma, en donde espero estar en la final, y más a largo plazo, los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. Son mi gran objetivo.

La nadadora badalonesa acaba de pulverizar el récord del mundo de los 400 estilos en piscina corta
La nadadora badalonesa acaba de pulverizar el récord del mundo de los 400 estilos en piscina cortaJORDI MOTA

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