España recupera la autoestima

España ha reaccionado, las buenas sensaciones han vuelto. Después de recibir un severo castigo en el partido ante Estados Unidos, los hombres de Aíto exhibieron todo su potencial en la decisiva cita ante Croacia. Agotado el margen de error ante los americanos, los españoles sacaron a relucir un rico arsenal de recursos y tumbaron con comodidad al combinado croata (72-59), alicaído y espeso desde el bocinazo inicial. Una vez más, Pau Gasol (20 puntos y 10 rebotes) se erigió como el verdadero líder de España en su partido número cien con la selección. El pívot de Sant Boi completó otro magnífico encuentro, tanto en ataque como en defensa, que catapulta a España a las semifinales veinticuatro años después. En ellas se medirá a la temible Lituania de Jasikevicius, que no ha perdido ningún partido en todo el torneo.

El arranque español fue arrollador. Bajo la batuta de Ricky Rubio, España desplegó un juego vertiginoso y propuso a Croacia un intercambio de canastas del que el equipo de Jasmin Repesa salió muy mal parado. Con Garbajosa acertado desde la media distancia y un Gasol pletórico debajo de los aros, los croatas tuvieron que recurrir a la inspiración de Marko Tomas, que apenas dispuso de opciones de anotar gracias al trabajo defensivo de hombres como Carlos Jiménez (6 rebotes) o Alex Mumbrú. Plasmada esa superioridad sobre la cancha, España encarriló el encuentro y liquidó el primer periodo con un renta de 22-11 en el electrónico.

No se alteró en exceso el guión en el segundo cuarto. Los de Aíto mantuvieron un ritmo de juego muy elevado, acertaron desde el tiro exterior y continuaron ejerciendo un abrumador dominio en el rebote. Croacia, dirigida ahora por el barcelonista Ukic y Planinic, trató de reaccionar, pero la defensa española abortó cualquier intento. Aíto dio entrada a Calderón y Juan Carlos Navarro. El base de los Raptors crispó a los croatas con sus robos de balón, mientras que el escolta reforzó el lanzamiento de tres de España, que terminó la primera fase del encuentro con una ventaja de once puntos (37-26).

Ukic, un oasis en el desierto croata

En el tercer periodo, el técnico español concedió descanso a Gasol e introdujo a su hermano Marc, apoyado también por Felipe Reyes. España se resintió ligeramente en ataque y Croacia limó distancias, pero la intensidad defensiva permitió a los de Aíto manejar cómodas rentas que oscilaban entre los doce y los quince puntos. Las penetraciones de Ukic cobraron protagonismo, pero el base no contó con el respaldo del resto de sus compañeros. Tan solo Loncar, viejo conocido de la ACB, y Tomas, más entonado desde el triple, parecieron despertar de su letargo. Pero era demasiado tarde. España generó rápidas transiciones que terminaron de desdibujar el esquema croata, carente de un pívot que hiciese frente las torres españolas, y se marchó al último acto con 51-38 en el marcador.

Pau Gasol regresó a la pista y se convirtió en un quebradero de cabeza para Croacia. El jugador de los Lakers azotó el juego interior de los de Repesa, muy pendientes del '4' español, y permitió que otros integrantes del equipo como Felipe Reyes o José Manuel Calderón incrementasen su cuenta anotadora. El base extremeño encendió las alarmas cuando a poco menos de cinco minutos para el final se echó la mano al muslo. Aíto optó por no arriesgar y lo retiró de la cancha para dar entrada a Raúl López. El imprevisto no alteró los planes de España, que dosificó sus esfuerzos ante una Croacia entregada, pensando ya en las semifinales. Pau Gasol, que ostenta del segundo mejor porcentaje anotador del torneo por detrás de Ginóbili, ofreció otro mate espectacular y posteriormente se sentó en el banquillo. El partido, pese a los últimos coletazos de Banic y compañía, estaba sentenciado. Lituania será el último escollo antes de la gran final.