Beckham, el quinto centurión

Allá donde pasa, David Beckham levanta una polvareda de marketing. Haga lo que haga. Pero detrás de ese rostro comercial, el internacional inglés conserva en sus piernas tanto o más fútbol que hace tres o cuatro años. Así lo afirman el jugador y la prensa, que ha recibido con alegría la convocatoria del quinto centurión -título adjudicado a todos los jugadores que superan los 100 partidos internacionales- de la escuadra anglosajona para el amistoso contra Francia. Siempre habrá grupos, "cínicos" -califican los diarios- que critiquen la eterna obsesión con la celebridad, la excesiva moda y el poco resultado que le acompaña, pero Inglaterra regresa con ganas renovadas desde que tiene a Capello en el banquillo.

Hasta ahora, el regreso del jugador de Los Angeles Galaxy era un compromiso sin determinar. El técnico italiano no especulaba sobre su vuelta, o volvía o no, pero ahora Capello le ha guiñado un ojo al jugador. Si así lo ha decidido, razones de peso hay, según la prensa. Diarios como el Times londinense aseguran que el Beckham que jugará mañana ante Francia es radicalmente distinto al que disputó el Mundial hace dos años bajo la batuta de Eriksson. Concretamente, el internacional es otro desde la última lesión grave con el Real Madrid antes de marcharse a su actual equipo.

"Cuando quedé excluido de la Selección, me fui sabiendo que tenía que demostrarle a todo el mundo que podía regresar. Ahora no dejaré que eso vuelva a ocurrir", confiesa. Mañana será una oportunidad de oro que Capello le ha brindado, pero no le exime de volver al banquillo o quedarse fuera de la convocatoria si su rendimiento no es el esperado. El italiano le conoce de su etapa en el Madrid; conoce su fuerza, su coraje y su carácter revulsivo, y ha visto en su forma de afrontar los partidos la garra que necesita Inglaterra para recuperar el orgullo dañado en las pasadas citas internacionales.

La de mañana será una oportunidad de oro: Francia. La ocasión para hacerse imprescindible en el once titular y dejar claro que, además de publicidad y piropos, a David Beckham le sigue acompañando la calidad. "No me sentaría aquí si no sintiera que puedo hacerlo bien. Me habría retirado. Mucha gente opina que mi carrera se ha terminado, pero mi respuesta es que tengo más ritmo y ganas que nunca. Mi juego es sencillo: dame cinco yardas y las correré, y pondré el balón donde se necesita para marcar", confiesa Bekcham, humilde y desafiante, renacido de las críticas, que él mismo califica de "musas". La prensa llega aún más lejos, y vaticina que cuando el jugador se pasee por París, a aquellos que le criticaron no les dirá "os quiero", sino "chúpate esa".

La capitanía, un dilema

Que Beckham será una de las grandes atracciones del partido contra Francia no es ninguna sorpresa. Sí lo será, rozando la incomodidad, la cuestión de quién será capitán en el cuadro inglés. Hasta ahora, desde que el galáctico dejó de entrar en los planes nacionales, John Terry ha ostentado el puesto, pero cambiará a partir de ahora con la política de rotación de Capello, que cederá el título a Rio Ferdinand. El defensa del Manchester United porta la imagen de profesionalidad que ansía el italiano, hastiado del carácter agrio y provocador de John Terry. El ex técnico del Real Madrid quiere devolver la gloria a Inglaterra con todas sus letras, y una de ellas es la elegancia.

Pero a este desaguisado se une un ingrediente más. Beckham jugará su partido número 100 y entrará en la lista de centuriones de Inglaterra, un calificativo que le da la potestad de liderar al equipo, al menos, en ese encuentro. Todo un teatro. Así lo manda la tradición, y Capello no la discutirá. La duda reside en el cuándo. Terry o Ferdinand serán quienes lideren el capitán, y es poco probable que cualquiera de ellos ceda su titularidad a Beckham, recién llegado; y Beckham, como centurión, en ese caso no podría ser titular. ¿Dejará el protocolo a Beckham en el banquillo a la espera de sustituir a Terry, o serán titulares en el mismo partido alternándose el brazalete de capitán?

Así, ante Francia, Beckham compartirá campo con alguno de los dos ?o ambos- para reafirmar su categoría de jugador nacional y demostrar que está a la altura de los centuriones como Peter Shilton, Bobby Moore, Bobby Charlton y Billy Wright. Porque, para los antiguos camaradas del Madrid, vivir al otro lado del océano no repercute negativamente en su juego. El amistoso contra Francia no tiene validez para la Eurocopa 2008, pero no es de la categoría de los amistosos disputados hasta ahora contra Estados Unidos, Trinidad o Tobago. Como Italia para España, Francia es, posiblemente, el rival más ansiado por Inglaterra. Un duelo donde el vestuario tiene que presentarse de gala y donde los goles se marcan con fútbol y carisma.

Beckham espera jugar el miércoles su partido número 100 con Inglaterra