Freire apunta a su tercera 'Clasicissima'

Óscar Freire (Rabobank) parte como uno de los máximos favoritos para imponerse mañana en la 99 edición de la Milan-San Remo, prueba que abre la temporada de clásicas de ciclismo y que el español se apuntó el año pasado y en 2004. Freire, de 32 años y tres veces campeón del mundo, acude a la '99 Clasicissima' como líder del Rabobank, que también cuenta con Juan Antonio Flecha y Pedro Horrillo. El cántabro, ganador de dos etapas en la Tirreno Adriático, se verá las caras en la carrera con el italiano Alessandro Petacchi (Milram), ganador de la edición de 2005 y que llega a Milán con seos triunfos al sprint en lo que va de temporada.

También cuenta en los pronósticos el alemán Erik Zabel, compañero de Pettachi en el Milram. A sus 37 años, Zabel considera a esta prueba, que ganó en cuatro ocasiones entre 1997 y 2001, su carrera favorita. Otros aspirantes son Paolo Bettini (Quick Step), vencedor en 2003 aunque lejos de su mejor momento de forma, y Filippo Pozzato (Liquigas), campeón en 2006; el suizo Fabian Cancellara (CSC), reciente vencedor de la Tirreno-Adriático, o Davide Rebellin (Gerolsteiner), ganador de la París-Niza. Otros aspirantes son Tom Boonen (Quick Step), que aún no ha ganado la Clasicissima, Robbie McEwen (Silence-Lotto), Thor Hushovd (Crédit Agricole) o Stuart O'Grady (CSC).

El Caisse d'Epargne acude a Milan con José Joaquín Rojas como principal baza y sin Alejandro Valverde, pero que estará el domingo en la Cholet-Pays de Loira, prueba puntuable para la Copa de Francia. La Milan-San Remo se disputará mañana sobre un recorrido de 298 kilómetros, lo que la convierte en una de las clásicas más largas del calendario. Tradicionalmente esta carrera se ha decidido al sprint, aunque para dotarla de emoción los organizadores han incluido una dificultad montañosa a 94 kilómetros de la meta, que en esta edición no estará en la Via Roma de San Remo, lugar tradicional de llegada, sino en el Lungomare Italo Calvino, con una recta final de 250 metros. Como en otras ediciones, el alto del legendario Poggio puede ser el juez de la carrera. Un lugar en el que Miguel Poblet (1957 y 1959) y Freire, en el 2004, únicos españoles en subir a lo más alto del cajón final, cimentaron sus éxitos.