El Efes Pilsen no encuentra rival en un rendido Unicaja

El Unicaja de Málaga pagó muy caro las sensibles bajas que tenía en la derrota final en Turquía por 91-75, en la séptima jornada de la Euroliga dentro del grupo C, en el que el conjunto español se mantiene todavía como líder. No hubo historia en el infierno turco. Unicaja, que se presentaba con una tarjeta más que honrosa en esta Euroliga, se vino abajo desde el segundo cuarto del partido, cuando los de Sergio Scariolo, que en ningún momento estuvieron a la altura del Efes Pilsen, comenzaron a describir un decaimiento sorprendente.

El equipo local, que hoy sumó su cuarto triunfo en siete partidos, fue superior sin paliativos. Y lo fue porque los malacitanos entraron en la contienda mermados, ni Germán Gabriel, Marcus Haislip fueron de la partida, dos puntales en su juego en transición, y también porque los otomanos dinamitaron el choque a base de contragolpes letales. Esa fue su arma, y no se desprendieron de ella hasta que sonó la bocina final. Entonces, la paliza era monumental (91-75) y pudo ser peor porque se alcanzaron márgenes de 25 puntos. Los españoles, que cosecharon hoy su segundo triunfo, se sostuvieron como pudieron cerrando el rebote (27 contra 28), pero en el resto de los apartados estadísticos, el poderío turco se impuso sin discusión.

La salida a escena del Unicaja fue digna (15-17, min.7), pero nada más se supo del grupo ''verde'', que poco a poco se fue alejando de su rival en el marcador. El base James Penn (15 puntos y 8 asistencias) llevó la batuta y a partir de él se desplegaron el resto de sus compañeros, con el habilidoso Drew Nicholas como principal artillero. Sus 16 puntos aminoraron el gran valor de los 15 tantos conseguidos en la primera mitad por Daniel Santiago. El puertorriqueño (con 25 puntos finales) fue el único recurso, casi como una isla, por dentro del conjunto español.

El 28-21 con el que concluyó el primer ensayo fue la lanzadera para un Efes que, entonces, se desató por completo. Un parcial de 14-0 en el transcurso del segundo cuarto finiquitó el compromiso, que concluyó en el primer periodo con un abultado 51-36. Por el camino no hubo noticias de los ''pequeños'' del Unicaja. Berni Rodríguez estuvo desaparecido y Carlos Cabezas se estancó muy pronto en sus 5 puntos finales. Su presencia en el plano defensivo, siempre vital, fue testimonial: otro parcial de 8-0 en el arranque de la segunda parte dejó KO a un Unicaja que se recompuso en el epílogo del choque (20-19 y 20-20 fueron los dos últimos marcadores parciales).

Esta derrota en Europa, en un último cuarto plagado por un entretenido intercambio de canastas, llega justo en el momento que el Unicaja parecía despegar en Liga ACB, ya que había cosechado dos triunfo consecutivos.