El Valencia falla de nuevo

El Valencia ha dilapidado hoy, con una derrota por 0-2 ante el Rosenborg en Mestalla, casi todas sus opciones de clasificarse para la siguiente ronda de la Liga de Campeones en el partido que suponía el debut del holandés Ronald Koeman en el banquillo.

Los valencianistas han vuelto a mostrar una endeblez desconocida en la historia reciente del equipo en su feudo, ya que con la de hoy son cuatro derrotas consecutivas en Mestalla, escenario que se ha convertido en una losa para sus jugadores y una garantía de éxito para los visitantes.

Con un juego muy ordenado y sin excesivos alardes, el Rosenborg noruego, con Steffen Iversen como goleador, superó a un Valencia que apenas mostró recursos para reaccionar y que tan sólo aguantó la primera media hora de juego. En su primera alineación, Ronald Koeman repitió el equipo que ganó el sábado en Palma al Real Mallorca con el único cambio de la entrada del recuperado David Villa por Vicente Rodríguez. Transcurridos los primeros minutos del choque, los valencianistas empezaron a dominar el juego, aunque sin inquietar la portería, ante un contrario que esperaba en defensa, con la idea de sorprender a su oponente al contragolpe.

Sin embargo, el Rosenborg empezó a equilibrar la posesión del balón y dispuso de una buena oportunidad para abrir el marcador con un lanzamiento de Koné a los diecinueve minutos dentro del área pero que se perdió por la línea de fondo. El Valencia replicó por partida doble. Primero, a través de Villa, que falló en el remate, y luego, en una mejor ocasión que desbarató el meta Lars Hirschfeld con una espectacular acción tras el cabezazo de Iván Helguera tras un balón centrado por Joaquín.

Pero el que no falló fue el Rosenborg. Steffen Iversen controló un balón dentro del área tras un pase de Mikael Dorsin y su disparo cruzado superó la salida de Timo Hildebrand tras golpear en el palo. Aunque el gol nórdico oscurecía el panorama del Valencia, aún pudo ser peor apenas dos minutos después, cuando otro pase de Dorsin fue desaprovechado por Yssouf Koné en su remate de cabeza.

El gol desestabilizó al Valencia. Aunque anteriormente no había ofrecido un juego brillante, ahora estaba a merced un rival que se creció con el tanto y que tuvo ocasiones de aumentar la ventaja en el marcador. Acuciado por la desventaja en el marcador, el Valencia pareció salir con ganas en el segundo tiempo, pero tras un balón centrado de David Silva, que casi se convierte en el gol, el empuje valencianista se diluyó ante el orden defensivo del equipo de Trond Henriksen.

La falta de fútbol y el desorden en las filas valencianistas llevaron al Rosenborg a ampliar su ventaja y dar un golpe definitivo al partido a los 57 minutos, momento en el que Iversen volvía a marcar, ahora de cabeza, tras una salida en falso de Hildebrand. Lejos de reaccionar, el desconcierto y la falta de tino en todas las líneas de los locales era total, hasta tal punto que, en un nuevo error entre Hildebrand y la defensa, el Rosenborg pudo marcar un tercer gol, pero Iversen, autor de los dos goles, estrelló el balón al palo en una buena ocasión para marcar.

Por contra, el Valencia se dedicó a colgar balones como único recurso, pero sin éxito. De hecho de nuevo fue el Rosenborg el que pudo marcar por mediación de Koné en el tiempo añadido pero ahora sí que detuvo Hildebrand. Ante el espectáculo ofrecido por su equipo y por segundo partido consecutivo, la gente empezó a abandonar Mestalla en masa mucho antes de que el árbitro pitase el final de un encuentro que deja al Valencia casi fuera de Europa.