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LIGA | VALLADOLID 1 - REAL MADRID 1

Saviola araña el empate en Pucela

Los de Schuster sacan un punto de Zorrilla con un juego escaso en el centro del campo ante un Valladolid muy firme

El Real Madrid sólo pudo sacar un empate en Zorrilla (1-1) tras enredarse en la presión de un Valladolid voraz, ordenado, rápido y profundo, que gobernó el encuentro ante un líder inseguro, sin llegada por las bandas y que sufrió en defensa la sangría de pérdidas de balón de su medio campo. Y es que el Real Valladolid protagonizó una salida acometedora, como siempre, pero además tuvo hoy una mayor viveza por los extremos, que esta vez eligieron el camino de la insolencia y decidieron entregarse a sus tareas de ataque con mayor descaro.

El equipo de Mendilibar comenzó agigantado y presionando muy arriba, sabedor de que esa estrategia es su mejor arma. Ausente de pegada, tuvo más el balón en los primeros minutos ante un Madrid cauteloso, que amagaba y no daba ante el ritmo infernal de los vallisoletanos. Desprovisto de la conexión entre líneas que le otorga Víctor, el Valladolid ofreció una imagen siempre esforzada y la buena organización habitual. Eso le bastó para gobernar el medio campo y zarandear en los primeros minutos a un Madrid aturdido que, no obstante, tuvo su opción en las botas de Van Nistelrooy, quien no llegó a un buen centro de Robinho.

El líder salió en un plan escasamente ambicioso. Los de Schuster no mostraron iniciativa e ingenio hasta que el Valladolid se tomó un respiro en esa presión inicial que había puesto de los nervios a los madridistas. A partir de ese momento, el encuentro fue un ir y venir, tuvo espacios, velocidad, ritmo y varios jugadores con intenciones ofensivas. Entre éstos, destacó el brasileño Robinho, cuyas arrancadas tuvieron siempre sentido y profundidad.

Un disparo de Borja, que adquirió un efecto envenenado, pudo ser el primer gol del Valladolid (min. 32). Esta jugada fue como una sacudida eléctrica para el Valladolid que, a partir de entonces, recuperó la entereza del inicio, supo tener el balón y distribuirlo para llegar arriba en dos ocasiones de Sisi, muy dinámico durante todo el primer tiempo. Los últimos minutos de la primera mitad fueron trepidantes. El guión pudo cambiar por momentos si el francés Butelle no hubiera atajado un disparo de Raúl y Casillas, otro de Sisi. Ambas acciones transcurrieron en apenas cincuenta segundos y esta fase resumió las claves de un primer tiempo espectacular en el que pudo suceder cualquier cosa.

El Valladolid tuvo dos opciones claras nada más reiniciarse el partido, pero el Real Madrid salió indemne tras un par de indecisiones de los centrales que mostraron en esas jugadas las carencias defensivas del equipo de Schuster, aunque el problema nacía hoy del medio campo, donde Diarra no mostraba el vigor habitual.

El Madrid comenzó a golpear en serio tras el bajón físico del Valladolid mediado el segundo tiempo. Butelle hubo de emplearse a fondo en este periodo, poco antes de que Víctor apareciera en el campo para aprovechar los espacios, pero el partido estaba en una fase indefinida, que aprovechó el Madrid para recurrir al holandés Robben y al argentino Higuaín.

Al Valladolid parecía acabársele la gasolina en la presión y apareció por momentos la calidad del líder. Aun sin ser dominador claro, el Madrid parecía ir encaminando el partido a su favor cuando Pedro López apareció en escena por sorpresa para enganchar un disparo inapelable desde la esquina derecha del área que ya "nacía" gol desde que el balón salió de la bota del lateral valenciano (min. 70).

El equipo de Zorrilla pudo hacer más daño en el marcador en unos minutos locos, con el partido revolucionado y en los que el Madrid echó el resto en ataque. Los de Schuster se fueron al abordaje, descuidando el trabajo defensivo, y esa falta de cautela le acabó saliendo bien en una acción muy trenzada, en la que el argentino Javier Saviola estableció el definitivo empate a uno a poco del final.

Saviola celebra el gol
Saviola celebra el golAS

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