Henin suma su cuarto Roland Garros tras arrollar a Ivanovic
La belga vence a la serbia 6-1 y 6-2 en apenas una hora de encuentro
La belga Justine Henin ha vencido la final y su cuarto título de Roland Garros, tercero consecutivo, al demoler, en la final de juego más pobre de los últimos cinco años, a la serbia de 19 años Ana Ivanovic, por 6-1 y 6-2, en 65 minutos. Henin, triunfadora en 2003, 2005 y 2006, se ha convertido con esta victoria en la segunda jugadora que desde que comenzó la era Open (1968) gana tres veces seguidas en París emulando a la yugoslava Monica Seles (1990-92).
En el año en el que por fin las tenistas han logrado hacer realidad una de sus mayores ambiciones, la igualdad económica en el reparto de premios con los hombres, la final femenina demostró, al menos en esta ocasión, que la oferta es inferior. Henin se ha llevado un cheque por un millón de euros, e Ivanovic la mitad, y el público se ha quedado insatisfecho por el corto y pobre espectáculo.
Fue la francesa Mary Pierce, protagonista hace dos años contra Henin en una final tan deplorable como ésta, en la que incluso pidió perdón al público, la que entregó la Copa Suzanne Lenglen a la ganadora, quien lógicamente resplandecía de alegría. "Ha sido algo excepcional, no me lo creo aún porque estaba muy nerviosa al principio del partido, pero continúa mi historia con Roland Garros y estoy muy contenta por ello", ha confesado la ganadora. "He pasado por momentos muy difíciles a principios de año, pero he trabajado en los últimos meses como una loca y he recuperado el placer de jugar al tenis y también a mi familia. El placer es muy grande", ha añadido Henin, que calificó Roland Garros de su "torneo favorito, y se ha agradecido a su entrenador, el argentino Carlos Rodríguez de forma especial: "Carlos, aunque lo detestas, ¿cómo no agradecerte a ti que formas parte de mi vida desde hace tanto tiempo. Hacemos un equipo, gracias".
"Quiero dedicar la victoria a mi familia, vuestro apoyo ha sido vital. Mi papá me ve en la tele, y a todos los que estáis aquí la victoria os pertenece, os quiero de todo corazón, pero mi último pensamiento, quizá el más bonito, va al cielo, pienso en vosotros que me protegéis y creo que siempre estáis conmigo", ha añadido una emocionada Henin, pensando en su madre, fallecida de cáncer cuando Justine tenía 12 años. Ivanovic, a pesar de su juego carente de espectáculo y calidad, ha declarado, sonriente: "Estoy muy contenta, pero lo hubiera estado más si hubiera ganado el trofeo. He perdido con Justine que es una gran jugadora. Espero volver el año próximo para ganar este torneo", ha avanzado la de Belgrado, que el lunes aparecerá sexta del mundo.
Tras ganar el último punto con una volea de derecha, Henin ha lanzado la raqueta al aire celebrando el triunfo como si hubiera sido una final agónica, apretada e indecisa en el resultado. Fue todo lo contrario, sin salsa, sin ritmo y con una desesperante Ivanovic, muy diferente de la jugadora que dejó fuera de combate a las rusas Svetlana Kuznetsova y Maria Sharapova. Ivanovic comenzó genial, rompiendo el servicio de Henin en el primer juego y luego dispuso de un 40-0 con el suyo. Ahí quizás se dio cuenta de dónde estaba y qué se estaba jugando, y sus 183 centímetros se empequeñecieron. Comenzó a temblar, a dudar y a sentir esa presión que Henin abandonó hace muchos años. "No he podido controlar mi saque", ha dicho sobre la pista.
La belga encadenó entonces ocho juegos seguidos después para abrir una brecha (6-1, 2-1) que Ivanovic fue incapaz de cerrar. Y así, mientras una naufragaba, Henin, sin fiarse, consultaba una y otra vez en los descansos la "chuleta" que había escrito en el vestuario con las consignas de su entrenador: "eres la mejor, la campeona del Grand Slam, juega a lo grande y ataca en la red". En realidad, le sobró, porque el partido estaba muerto.
Con este triunfo, Henin suma ya seis títulos del Grand Slam, un Abierto de Australia (2004), cuatro Roland Garros (2003, 2005, 2006 y 2007), y un Abierto de Estados Unidos (2003). Hoy Henin ha logrado el cuarto trofeo en esta sesión, después de los de Dubai, Doha y Varsovia, y el 33 de su carrera. La belga mantiene una racha en París demoledora, ha jugado 39 partidos y ha cedido únicamente 11 sets, el más reciente en los octavos de final del 2005 ante Kuznetsova. Desde entonces ha ganado 35 parciales consecutivos acercándose al récord de 40 de Helen Wills Moody entre 1926 y 1932. Acompañada este año, por primera vez tras su divorcio, de sus hermanos David, Thomas y Sarah, Henin ha vivido su cuarto éxito en París en familia.
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