Garzelli se vuelve a lucir y gana en solitario

El italiano Stefano Garzelli, del equipo Acqua e Sapone, se apuntó después de una gran exhibición en solitario la decimosexta etapa del Giro de Italia, disputada hoy entre Agordo y Lienz, de 189 kilómetros de recorrido, en una jornada de frío y lluvia que le permitió a Danilo Di Luca mantener la maglia rosa. Garzelli, de 34 años y ganador del Giro''2000, se presentó en solitario en la meta austríaca después de aguantar durante 30 kms de escapada con cinco perseguidores tras su estela. Pero el varesino, ex gregario de Marco Pantani, tiró de fuerza y clase para firmar su quinta victoria en esta carrera. Marcó un tiempo de 5h.34.07.

A 1.05 pasó un quinteto con tres españoles: Chechu Rubiera (Discovery), Ricardo Serrano (Tinkoff) y Pablo Lastras (Caisse D''Epargne), protagonistas de la escapada buena del día junto al vencedor, el francés Laurent Mangel (Ag2r), y el italiano Piotr Caucchioli (Credit Agricole). En la general no se produjo cambio alguno en los puestos trascendentes, ya que Di Luca continuó al frente con 1.51 minutos sobre Eddy Mazzoleni (Astana) y 2.56 respecto al luxemburgués Andy Schleck (CSC), segundo y tercero. El primer español, David Arroyo, aguantó la séptima plaza a 6.05.

El grupo del líder, tranquilo por la intrascendencia de la escapada, ya que no había corredores peligrosos para la general, pasó con el Liquigas al frente a 8 minutos de Garzelli, que ya disfrutaba la gloria de su quinta victoria en el Giro y de la número 18 desde que debutó en profesionales en las filas del Mercatone en 1997. Una etapa de media montaña que fue hostil por el recorrido ondulado y sobre todo por el frío y la lluvia, condiciones que obligaron a la organización a parar la carrera para que los corredores pudieran abrigarse. También un día para mirar el nivel de fuerzas ante la inminente etapa del Monte Zoncolan, una especie de sucursal del Angliru en Italia.

Los favoritos, y en especial el líder Danilo Di Luca, soñaban con una escapada inocua que no les diera problemas y que les gestionara las operaciones sin el menor desgaste. El ritmo inicial fue muy lento, pero exigente, ya que los primeros 45 kms eran de perfil ascendente. La fuga importante, después de muchos intentos y variaciones en cabeza, se fraguó en el km 123, cuando un ataque del luxemburgués Benoit Joachim y del francés Mangel rompieron el grupo. El primero no aguantó demasiado y al final el quinteto se formó con el galo, los españoles Serrano y Rubiera, el kazajo Bazayev (Astana) y el italiano Caucchioli. A 35 kms de meta el quinteto aumentó hasta 7 corredores en cabeza, tras la incorporación de Lastras y Garzelli. El grupo del líder ya había arrojado la toalla a más de 3 minutos.

Fue cuando Garzelli, con el Monte Bannberg por medio saltó disparado y convencido en busca de la meta. Nadie pudo detenerle. Coronó dicha dificultad con 45 segundos sobre los perseguidores y en el descenso se mantuvieron las diferencias. Cinco corredores, con mayoría absoluta de españoles, no fueron suficientes para aplacar el ímpetu de Garzelli, quien además, aumentó su ventaja hasta la meta, en cuya recta se recreó para celebrar una victoria que se ganó a pulso. Mañana se disputa la decimoséptima etapa entre Lienz y el Monte Zoncolan, de 142 kms, con un ascenso de 10 kms, pendiente media del 11,9 por ciento y máxima del 22. Todo un muro.