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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Vuelve la magia

El Barça se impuso ante un Racing que en ningún momento buscó el arco rival

Afrontaba el Barça el encuentro siendo el principal beneficiado, de conseguir la victoria, por los resultados del resto de la jornada. El bajón generalizado que han sufrido los equipos de arriba, hace que una diferencia de tres puntos de ventaja pueda significar un par de semanas de tranquilidad. En un Camp Nou plagado de pancartas de apoyo a Oleguer, que se empeña en meterse en camisas de once varas, la mente de la mayoría estaba en el banquillo local, donde se encontraban Messi y Eto'o, los más esperados.

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Los blaugranas comenzaron bien, mucho toque aunque poco productivo. Ronaldinho intentaba gustar y gustarse, pero como es sabido el brasileño ha tenido tiempos mejores. Aún así las ganas del '10' eran agradecidas por la grada. El Racing hizo lo que se esperaba de él. Muy conservador atrás y esperando una oportunidad de golpear al rival. Lo mismo que hicieron en el Bernabeú y lo mismo que hacen cuando visitan a cualquier grande.

A pesar de la falta de riesgo, fueron los visitantes los primeros en dar un aviso. Óscar Serrano intentó culminar una buena jugada personal con un lanzamiento muy lejano que se marchó algo desviado. El ex 'periquito' estaba muy motivado.

El Barça seguía con la misma tónica. Una vez que el balón sobrepasaba la medular había muy poca movilidad y las trancisiones eran siempre en horizontal e imprecisas. Dinho seguía en su empeño de arrancar los aplausos del Camp Nou, quizás con la pitada que le dedicaron hace unas semanas en mente, pero quien de verdad hacía que el público despertara de su letargo era Iniesta, que compensaba su falta de velocidad punta con unas dosis de clase a las que nos está malacostumbrando.

Con estos mimbres la tarde se presentaba apacible para el exigente público de la ciudad condal, pero nada más lejos de la realidad. En el minuto 24, Mejuto señala un penalti por agarrón de Belletti sobre Juanjo. Algo riguroso, no porque no lo fuera, sino por ser uno de esas faltas que si se pitaran todas habría unos diez penaltis por encuentro como mínimo. En cualquier caso la jugada no pasó a mayores, ya que el lanzamiento de Garai fue detenido por Valdés, que llama cada día con más fuerza a las puertas de la selección.

Pasado el susto, el Barcelona siguió a lo suyo. El principal catalizador del juego blaugrana continuaba siendo Ronaldinho, con un Deco bastante discreto, tímido de entrar en contacto con el balón, y un Saviola bastante desafortunado en el área, justo la tarde en que era la primera apuesta para un posible cambio. Dos ocasiones fue todo el bagaje ofensivo de los locales en esta primera mitad. Un lanzamiento de falta de 'Dinho' que atajó en dos tiempos Calatayud, y un lanzamiento de Iniesta, tras un rechace del guardameta, que de nuevo el malagueño envió a córner.

Casi al borde del descando, cuando los bostezos hacían ya que los culés se levantaran de sus asientos para dirigirse al avituallamiento, una buena jugada del Barça termina en lanzamiento al palo de Iniesta, sin duda el mejor de su equipo junto con Víctor Valdés.

Vuelve Messi y Ronaldinho

La segunda parte comenzó de nuevo con la mirada puesta en el banquillo de Rijkaard. Messi abandonaba su asiento y se ponía a calentar. Buenas noticias para el fútbol. Volvíamos la vista al césped y veíamos más de lo mismo. Juego anodino y sin profundidad del Barça y un Racing que no ofrecía nada, hasta que a los seis minutos Ronaldinho ejerció de abrelatas al ejecutar de forma magistral un lanzamiento de falta que convirtió a Calatayud en espectador de excepción. El carioca volvía a sonreir, más buenas noticias para el fútbol.

El Barcelona, con la tranquilidad que da la ventaja en el marcador y el tener en frente un rival sin ningún tipo de ambición, inoperante y, en fin, que llegaba predispuesto a verlas venir, continuó con su juego de siempre, pero sin la velocidad a la que nos tenía acostumbrados. Hay es donde reside la diferencia. Mediada la segunda mitad, un murmulló en el público, que instantes después se convirtió en ovación, anunciaba la cercana vuelta de Messi.

De nuevo miradas al banco 'culé', lo que seguramente hizo que más de uno se perdiera el segundo de Ronaldinho, esta vez de cabeza, totalmente sólo y tras pase de Deco. Ahora sí se produjo el regreso de Lionel. Tras la entrada del argentino un sentimiento de euforia comenzó a adueñarse del graderío, que cantaba el ¡Campeones, campeones! en honor a la sección de baloncesto. La fiesta era total en el coliseo blaugrana.

De ahí al final ocurrió aún hubo tiempo para que Calatayud se fuera a casa con un par de goles más. Una gran jugada de Ronaldinho que estrelló el balón en el poste tras una buena galopada, y un cabezazo de Giuly a puerta vacía aderezaron el camino hacia el final de un encuentro que nos deja un Barça con una imagen mejorada y un Ronaldinho que ha vuelto por sus fueros.

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