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Crónica:Getafe 3 - Osasuna 0 | Copa del Rey, cuartos de final
Crónica
Texto informativo con interpretación

Póquer de victorias

Cuarta victoria consecutiva del Getafe sobre los pamplonicas, que se mostraron apáticos y faltos de ideas en todo el encuentro

El Getafe pone pie y medio en semifinales tras una justa victoria sobre un rival que en todo momento se mantuvo a la expectativa de lo que hicieran los hombres de Schuster

Llegaba Osasuna al Coliseum por segunda vez en cuatro días y con la esperanza de cambiar la dinámica de los últimos enfrentamientos con el Getafe (tres derrotas con un 8-0 en el goalaverage). Como dato positivo, los rojillos contemplaban una eliminatoria en Copa ante los getafenses que había caído a su favor llegando a la final de la competición. Al menos buenos recuerdos les traía el choque

Ziganda había dicho que en el partido anterior (el domingo en liga) sus muchachos habían estado demasiado blanditos, y que en este encuentro sería diferente. Y lo cierto es que o el 'Cuco'no supo hacerse oír, o los jugadores no le entendieron, pero el caso es que los pamplonicas no salieron ni mucho menos a comerse a su rival. Quitando dos tiros de prueba en los primeros diez minutos, el juego se desarrollaba más bien cerca del área visitante. Incluso daba la impresión de que la zaga rojilla se mostraba permisiva en exceso, un grave error teniendo en cuenta que enfrente tenían a Güiza liderando un equipo que les tiene tomada la medida. Tampoco es que el Getafe se desviviera en el ataque, pero su en apariencia inofensivo dominio, bastó para que en el minuto diez, a la salida de un córner, Güiza adelantara a los madrileños ante la mirada de una adormecida defensa osasunista.

Fue entonces cuando los de Ziganda recordaron que su 'mister' había dicho algo sobre la intensidad en el campo y se pusieron las pilas. La respuesta no tardó en llegar, y lo hizo en forma de brillante tiro a la media vuelta de Webó dentro del área, lanzamiento que fue desviado, con la misma brillantez, por un inspirado Luis García. A partir de ahí, Osasuna sólo creó peligro a balón parado. El ritmo del partido decayó y ambos conjuntos parecían citarse para la segunda parte.

El peso del partido lo llevaba casi siempre el Getafe, que desesperaba al rival a base de intentar esconder el balón. No había prisa, pero si la hubiera habido podrían haber caído dos o tres, ya que cada vez que los de Schuster se acercaban al área daban la sensación de mucho peligro. A punto estuvo Paunovic de rematar a puerta vacía un buen centro de Cortés desde la derecha. Lo dicho si el 'Geta' se hubiera puesto podía haber matado el partido, con un Osasuna agazapado, esperando una contra que nunca llegó y buscando que en algún libre directo se paliaran sus penas.

Pero la suerte hoy no iba por barrios, se había quedado del lado de los 'azulones', y fue de nuevo a la salida de un córner como llegó el segundo tanto, obra de Alexis. De ahí al descanso hubo tiempo para poco más, y la afición madrileña se frotaba las manos, no por el frío (que también), sino por imaginar a su modesto club en unas semifinales de Copa.

Osasuna se desinfla

El Getafe mantuvo al comienzo de la segunda parte la misma estrategia que en la primera, secar a Raúl García (que se sigue buscando a sí mismo) y Nekouman, y libertad relativa para el resto. Un Webó tremendamente aislado y muy desacertado arriba, ponía aún más fáciles las cosas a los locales.

La primera ocasión de la reanudación no llegó hasta el minuto trece, con un tiro de Paunovic en el que lo más destacable era la intención, ya que careció de precisión. Aún así era un claro indicio de lo que estaba sucediendo sobre el campo. Osasuna no era capaz de crear juego en ninguna parcela del campo, y ejercía una insípida posesión del balón. Para intentar solucionarlo Ziganda dio entrada a Juanfran, y Schuster demostró no amilanarse y dio una oportunidad a Verpakovskis (a quién en adelante llamaremos Maris, como pone en su camiseta). Minutos después de su entrada en el campo, Ricardo tuvo uno de esos fallos que en ocasiones cometen grandes guardametas como él. El balón se le escurrió de entre los brazos y quedó franco para el remate de Maris. El '9' getafense debió pensar que se trataba de un obsequió hacia los recién llegados y no desaprovechó el ofrecimiento.

Ahora el partido estaba decidido, y en gran parte la eliminatoria. Osasuna había bajado los brazos por completo. El último gol, y sobretodo la forma en que se produjo, fue demasiado cruel. A pesar de ello, el Getafe no perdió la concentración ni un instante, lo mismo que debería haber hecho su rival, ya que en una eliminatoria a doble partido un gol fuera de casa puede dar más vida de lo aparentemente previsible. Pero no lo hizo hasta los últimos instantes de encuentro, cuando ya era demasiado tarde, aunque estuvo a punto de acortar distancias con un trallazo de Raúl García que se estrelló en el larguero.

El marcador no volvió a moverse, y las ilusiones de los aficionados más optimistas se veían superadas con creces. Esta noche soñarán con el Getafe disputando las semifinales de la competición, algo que está muy cerca, pero para lo que aún quedan 90 minutos.

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