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Crónica:LIGA
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Valencia sale de la enfermería

El conjunto "ché" se coloca a un punto de Europa tras un encuentro en el que demostró tener el oficio que le falta al rival

La primera noticia del partido llegaba con el anuncio de las alineaciones. El Valencia presentaba un once completamente español. La plaga de lesiones obligaba a Quique a confiar en el producto nacional, algo que en circunstancias normales es casi imposible de ver en la actualidad. En frente el equipo más joven de la liga, con la inexperiencia y el descaro propios de un conjunto de esas características.

En seguida se vieron las virtudes y carencias de ambos equipos. El Valencia, un equipo hecho, que sabe a lo que juega supo situarse desde el primer momento en el campo. No le importaba que el balón no les perteneciera del todo. Es un bloque que sabe que su oportunidad llegará. Por su parte el Depor se mostraba algo indolente en ataque y excesivamente blando en defensa.

Con estos mimbres, a los 9 minutos de juego un contrataque llevado por Baraja acabó con una asistencia de Vicente que Angulo (con dedicatoria a su madre recientemente fallecida) no tuvo más que empujar al fondo de la portería de Aouate. Tras el gol el Valencia se encontraba en su salsa. El balón lo tenía lo justito, estaban más cómodos si se encontraba en los pies del rival. Y los de Caparrós pues ponían lo que más les sobra, ganas. Ganas en la presión, en la lucha por cualquier balón dividido, en mirar hacia delante, es lo que tiene tener en el campo a una serie de jugadores con ganas de comerse el mundo. Pero estas ganas no se traducen por arte de magia en fútbol, y en cuanto el balón llegaba a las inmediaciones del área de Cañizares, la zaga local hacía valer su mayor determinación. Riki, como en lo que llevamos de temporada, seguía sin ser el del Getafe, y sin un referente en ataque los gallegos sólo creaban peligro en ocasiones aisladas y a balón parado.

El Depor no cesaba en su ataque, pero era tanto el ímpetu que ponían en la ofensiva, como la falta de acierto en los últimos metros. Y ese ímpetu era precisamente lo que más daño podía causarle. Con Silva, Angulo y sobre todo Villa, que lo hacía todo bien, haciendo diabluras arriba, parecía más cercano el segundo valencianista que el empate. Y así fue. Tras un robo de balón de Villa, el asturiano se mete en el área y se tira ante una entrada de Juanma. El árbitro pica, expulsa al central deportivista, y el "Guaje" transforma la pena máxima. El Valencia había hecho su partido y le había salido a la perfección. Lanzarse al ataque como lo hizo el Depor esta noche ante este equipo es prácticamente un suicidio, a no ser que tengas más pegada que ellos.

El Depor, entregado

Las circunstancias hicieron que en la segunda parte se intercambiarán los papeles. Al Depor no le quedó más remedio que esperar a su rival e intentar aprovechar las contadas ocasiones que tendrían. Y como el Valencia es un equipo de ideas fijas, y no estaba por la labor de ir a machacar (si no lo estaba ya) el partido, todos los elementos estaban dispuestos para ver una segunda parte anodina. Los temores se fueron confirmando cuando vimos que Caparrós sustituía a Riki por Verdú. El técnico debió pensar que no valía la pena desgastar al de Aranjuez en vano.

Los minutos pasaban y el juego en la batalla que se concentraba en el centro del campo, donde llevaba las de ganar el equipo local, con un Albelda que, guste más o menos, es increíble lo que aporta al conjunto. Angulo recibió el merecido aplauso de la grada tras pasar una de las semanas más difíciles de su vida. En su lugar entró Joaquín, que debe empezar a convencer lo antes posible. Después de lo que se ha pagado por el no valen excusas.

El primer tiro de la segunda parte, y no iba entre los tres palos, llegó en el minuto 70, a cargo de Silva. ¿Qué tendrá Arguineguín?. Y el Valencia pareció animarse guiado por la perla canaria y las ganas de gustar de Joaquín. A poco que pusieron de su parte, Villa hundió un poco más a los de Caparrós. Tras un gran pase de Baraja, que se comió incomprensiblemente Coloccini, Villa marcó tras regatear a Aouate. El 7 valencianista hacía su séptimo tanto en liga.

El partido enloqueció tras el tercero de los locales. La entrada de Adrían dio más verticalidad al juego del Depor, y el chaval se mataba por tener el balón, incluso pudo hacer el gol de la honrilla, pero erró en el remate. Quién no falló fue Vicente, que en la última jugada del encuentro aprovechó la dejadez de una defensa coruñesa totalmente entregada a su suerte, y consumó la goleada.

Los jugadores valencianistas festejan la victoria
Los jugadores valencianistas festejan la victoriaREUTERS

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