El Racing, sin Zigic ni Munitis, se hunde
El Zaragoza aprovecha el mal día del conjunto cántabro
Muchas dudas ofrecía el Racing ante la difícil visita del Zaragoza, al no poder contar con sus dos hombres más desequilibrantes en ataque, los sancionados Pedro Munitis y Nicola Zigic, sustituidos por el joven canterano Juanjo Exposito y el centrocampista Balboa.
Con estos mimbres el conjunto cántabro se veía obligado a cambiar su estilo de juego, abandonando los balones en largo con los que habitualmente busca a Zigic, para tratar de conducir el juego con pases más cortos y abriendo el juego a las bandas. Por su parte, el Zaragoza salió muy conservador y aunque se defendía sin demasiados apuros por su buena presión, cedía la iniciativa al Racing, sin conseguir superar su línea de medios.
En el arranque del partido el Racing volcaba su juego hacia la banda izquierda para aprovechar la velocidad de Oscar Serrano, quien, con la ayuda de Colsa, superaba con cierta facilidad a D''Alessandro y Diogo, pero sin acertar a dar el último pase. Hubo que esperar media hora para ver el primer disparo a puerta y cuando se produjo no entrañó peligro alguno, porque se trató de un lanzamiento de Colsa, desde más de treinta metros, que salió próximo al poste, sin peligro para César. También el Zaragoza probó fortuna desde muy lejos, por mediación de Ponzio, cuyo disparo raso y cruzado salió desviado ante la estirada de Toño. Y así concluyó el primer periodo sin que se registrara un solo tiro entre los tres palos.
Tras el descanso el Zaragoza continuó fuera del partido, no acertaba a dar tres pases seguidos y sólo la falta de ideas del Racing en ataque hacía que el marcador permaneciera inalterado. El primer disparo del partido con verdadero peligro se produjo en el minuto 55, en un control de Juanjo dentro del área, que el propio delantero remató raso para poner a prueba a César. El Zaragoza demostró su capacidad de pegada en su primera llegada a puerta del segundo periodo. La jugada comenzó en el centro del campo, cuando Aimar inició una carrera sin encontrar oposición hasta la frontal del área, donde cedió a su derecha para que Diego Milito cruzara un certero disparo al poste derecho de la portería de Toño.
Tras el gol, Miguel Angel Portugal sustituyó a Vitolo por Momo, decisión que originó una generalizada pitada en la grada, que acabó con gritos unánimes en favor del centrocampista sacrificado por el técnico. Con el marcador en contra y el Zaragoza defendiendo su ventaja, las carencias del Racing en ataque si hicieron aún más obvias, porque a la falta de finalización que habían mostrado hasta entonces añadía ahora precipitación en pases y lanzamientos. Y, a falta de diez minutos, Angel Lafita, recién entrado en el campo, marcaba su primer gol en Primera División, culminando su internada personal, para la que le había habilitado Ponzio con un buen pase. Luego llegó el penalti de Pinillos sobre Lafita, que detuvo Toño a lanzamiento de Diego Milito.
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