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Crónica:Fútbol | Quinta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Osasuna anula al Espanyol en Montjuic

Los de Ziganda completaron un buen encuentro ante un Espanyol carente de ideas en ataque

El oficio de Osasuna sirvió para neutralizar al Espanyol en Montjuic (0-0), en un partido trabado y poco brillante que terminó entre las críticas de la hinchada a su equipo, que suma cuatro puntos en cinco partidos de Liga.

Llegaba el Espanyol angustiado por su situación en la tabla, a un paso de las posiciones de descenso y con dudas sobre Ernesto Valverde, y Osasuna supo jugar con la ansiedad del conjunto catalán, que sólo creó peligro a rachas, impulsado por la pura necesidad pero con pocos recursos futbolísticos.

Desde la posesión de la pelota, Osasuna convirtió el partido en un encuentro pausado, de ritmo sosegado, propio de los equipos experimentados y pacientes. Con Puñal y Nekounam como contemporizadores en la medular y anulando la creación de Iván de la Peña, el conjunto navarro se apropió del choque sin demasiadas complicaciones.

Al Espanyol, en cambio, le convenía un duelo más eléctrico, fiel a su estilo de equipo irregular, falto de equilibrio pero de inspiración claramente ofensiva, concebido para tener la pelota y no para recuperarla, según la alineación presentada por Ernesto Valverde, con Jonatas y Zabaleta en el doble pivote.

Mientras, Osasuna se trabajó el partido con disciplina y rigor. Apenas perdió la posición en el campo y se afanó en aprovechar la habilidad de sus alas, especialmente la de Juanlu por el costado izquierdo del ataque. Explosivo, el jugador de Osasuna se convirtió en un dolor de cabeza constante para Velasco, pero sus aproximaciones al área de Kameni se diluían en remates poco certeros. De los dos puntas, Milosevic y Soldado, apenas hubo noticias.

Comenzaba Montjuic a impacientarse, de tan nerviosa como vive la hinchada del Espanyol, cuando el equipo de Valverde despertó. Lo hizo tímidamente, más por inercia que por auténtica fe, pero al menos se estiró y comprendió de una vez por todas que su mejor baza pertenece al diccionario básico del fútbol: abrir el juego por una banda (Coro o Luis García) y centrar al área en busca de un rematador. En este caso, de nombre Pandiani.

El uruguayo protagonizó el primer remate a puerta de ambos equipos, un inocente disparo a las manos de Ricardo en el minuto 24. Y a la media hora, estuvo a punto de adelantar a su equipo en uno de sus particulares remates de cabeza, atacando la pelota al estilo de los grandes cabeceadores, pero el balón salió rozando el palo derecho del meta osasunista.

Osasuna, más cerca del triunfo

Pese a la reacción del Espanyol, Osasuna apenas cambió su guión. Retocó Ziganda, eso sí, su ataque, dando entrada a Webó, y utilizando a Raúl García en la media punta en detrimento de Milosevic. Precisamente una pared entre Raúl García y Webó estuvo a punto de darle los tres puntos a Osasuna, pero el remate del camerunés desde el punto de penalti se fue fuera por centímetros.

Poco más ofreció Osasuna, más encargado de congelar el choque que de lanzarse decididamente a por los tres puntos, más preocupado por desactivar al Espanyol que por crear juego.

Obligado por su condición de local, Ernesto Valverde intentó romper el partido a través de Tamudo, que había visto el inicio del partido desde el banquillo. Puso todo su arsenal el técnico sobre el césped, con De la Peña y Luis García por las bandas y Pandiani y Tamudo en el eje del ataque, en un ambicioso mensaje a sus jugadores.

Recurrió también a Rufete como extremo derecho, pero no encontró la manera de superar la defensa de Osasuna, que se mantuvo fiel a su fama de equipo sólido y solidario y que acabó dando por bueno el empate en el Olímpico de Montjuic.

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