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Crónica:Alemania 1 - Polonia 0 | Alemania 2006
Crónica
Texto informativo con interpretación

Alemania finiquita su clasificación

Con más intensidad que fútbol, con un juego racheado, de fuerza, de empuje, pero sin demasiada clarividencia, los muchachos de Klinsmann hicieron los deberes sobre la bocina, con gol de Neuville, y dejaron prematuramente fuera del Mundial a Polonia.

Alemania, fiel a su estilo, arrancó sin especular, con la misma presión e intensidad que le permitió adelantarse con contundencia en la jornada inaugural frente a la Costa Rica de Wanchope. Y pese a un aislado aviso de Zurawski, nunca perdió la iniciativa ni el mando del choque.

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Especial Alemania 2006

Por su parte, una Polonia más ordenada y con excesiva ansiedad en los primeros compases, planteó un encuentro de ida y vuelta ante sus limitaciones en el centro del campo, aunque con las precauciones pertinentes para mantener bajo control a sus hermanos 'alemanizados' Podolski y Klose. Un juego demasiado directo que favoreció a la dubitativa zaga alemana.

Y no era para menos, puesto que la pareja de delanteros del conjunto de Klinsmann acaparó las llegadas locales. Pero en esta ocasión Klose - el clon de Mista en la Nationalmannschaft- no estuvo acertado, pese a estar en todas las acciones de peligro. Aunque la mejor en la primera mitad fue desperdiciada por Podolski ya en el descuento.

Del conformismo a la eliminación

En la segunda mitad a Alemania le bastó con llevar hasta las últimas consecuencias su tradicional apuesta. Con sacrificio, entrega, fuerza y atrevimiento acabó encerrando a una Polonia, que impotente se aferró al empate y acabó pidiendo la hora a pesar de no doblar nunca las rodillas. Especial mención merece su defensa, que sufrió de lo lindo y se hartó de achicar agua. Antes y después de la expulsión por doble amarilla de Sobolewski.

El conformismo del combinado de Pawel Janas, que tras el paso por los vestuarios buscó inexplicablemente el empate, quizás pensando que un punto mantenía entreabierta la puerta de acceso a la siguiente fase, acabó por condenar a Polonia. Una actitud que iba más allá de las comprensibles precauciones defensivas y que tuvo a Boruc, y sus constantes pérdidas de tiempo, como triste protagonista.

Acertó Klinsmann con los cambios. Su apuesta por Odonkor y Neuville en pleno asedio germano permitió dejar sentenciado el pase a la segunda fase con el angustioso gol del segundo en el descuento. Porque ni Klose, que envió un balón al larguero -con el que también se encontró Ballack- ni Podolski tuvieron su noche. Alemania pasó de cuatro goles a uno, pero volvió a despejar las dudas iniciales y a sumar otra merecida victoria.

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