El Cádiz empata y sigue su calvario

Dos errores defensivos en dos jugadas a balón parado lanzaron al Cádiz al borde de Segunda un año después de lograr el ascenso. Tardó todo el partido en igualar un resultado que lo deja en el alambre. Pero mantiene la esperanza en un campeonato dondelos últimos se empeñan en complicarse la vida.

El partido comenzó como un ultimátum para el Cádiz, que padeció un calvario. Sólo respiró con el tanto de Lobos, el mejor jugador del Cádiz. Si respira para morir se verá en los dos últimos encuentros. Obligado a no perder para eludir el descenso, el Cádiz sufrió una contradicción. Necesitaba empaque para no precipitarse y no contaba con veteranos suficientes. Debió vivir a expensas de una veteranía de la que carece para manejarse en estas situaciones. Bezares, Varela, De la Cuesta y Sesma sufrieron más que nadie las consecuencias del aprieto. Y el aprieto llegó pronto, con tarjeta de aviso, en forma de falta lateral. Lanzó Cifuentes desde la derecha, peinó Alonso y remató Prieto. Prieto golpeó en el área con el interior, serenamente, libre. La pelota entró pegada al palo. Los defensas del Cádiz habían seguido la trayectoria de la pelota y el cambio de trayectoria no les dio tiempo a volver.

El gol obligó al Cádiz a jugar contra corriente. Durante toda la segunda parte consiguió hacerse con el ritmo del partido. Lo consiguió con Lucas Lobos al frente de todas las jugadas. El argentino es un flaco que se mueve entre líneas con la cadencia de un mediofondista etíope. Tiene una pierna derecha fina que mete balones a discreción. En este punto, el duelo se sintetizó en dos facciones: los delanteros del Cádiz contra media Real acantonada contra su propia área. Prevalecieron los hombres organizados bajo la voz de mando de Garitano y Alonso. Si algún delantero del Cádiz se escapaba al filtro Viafara los paraba en seco. El colombiano hizo la olabor de escoba por delante y por detrás de los cenbtrales. Cuando este último recurso falló, el Cádiz perdió puntería. Jonathan Sesma dio síntomas de perder los nervios ante lo que parecían remates sencillos. Vella lo intentó con disparos de media distancia. Varela exigió a Alberto. Pero nada. La Real se marchó al descanso ilesa. Sólo lamentó la baja de Riesgo. El portero debió ser sustituido tras sufrir un golpe con un compañero. Resabio del asedio cadista.

La segunda parte comenzó como la primera, con gol de la Real. Otra vez, una jugada a balón parado, esta vez un córner, exhibió que la defensa del Cádiz estaba mocha. De la Cuesta se dobló ante el salto de Garitano, y el cabezazo proyectó el balón al ángulo más lejano. El portero, Limia, lo vio pasar.

Con dos goles en contra el Cádiz estaba prácticamente de regreso en Segunda. Se dispararon las alarmas. Como medida de socorro Víctor Espárrago revolvió el banquillo. Dio entrada a Oli y Estoyanoff. El primero ya pertenece al santoral amarillo. El segundo es un tiro. Entre los dos devolvieron al equipo local el ímpetu perdido. Tras un saque de bandam el extremo uruguayo abrió la posibilidad de la remontada con un derechazo. Se quedó a medias con el tanto de Lucas Lobos