El último Zizou

Entre tanta samba está pasando desparecibido. Zinedine Zidane es sin duda el mejor jugador del mundo de los últimos quince años, y el partido del próximo sábado podría ser uno de sus últimos derbis, por no decir el último. Mucho se están cuestionando las fuerzas del francés para continuar. "No debería seguir" o "se está arrastrando", eso piensan algunos, pero cuando Zidane aparece, las bocas se cierran y comienza la clase magistral.

La baja, la toca, la vuelve y la revuelve. Zidane es el rey del pase, el de los controles inverosímiles, el padre de la ya mítica roulette.

Zinedine Zidane llegó a la casa blanca en el verano de 2001, siendo el segundo gran fichaje de la ya ex era Florentino. Muchos han llegado detrás de él, pero ninguno ha sido capaz de eclipsar la clase del francés. Curiosamente, el único que puede hacerlo es el ya considerado como "su sucesor", Ronaldinho. Pero el brasileño está en el bando contrario. Será el otro gran duelo del partido, la batalla del centro del campo, el que tiene que hacer que los dos grandes protagonistas del encuentro, Ronaldo y Eto'o, se luzcan. Paradójico.

Dice que prepara las temporadas para ir de menos a más, para estar mejor al final de la campaña que al principio de la misma. Suerte entonces para los amantes del buen fútbol. Justo estamos en esa época, a escasas 8 jornadas del final y en un clásico, un Barcelona - Real Madrid.

De él han hablado los grandes del fútbol, incluído el argentino Maradona, que ha llegado a declarar que el capitán de la selección francesa es un jugador explosivo y decisivo. De los que en una sóla jugada son capaces de partir en dos un partido, pero que si midiera 5 centímetros menos aún lo sería más, porque sería capaz de meterse entre los rivales con la facilidad con la que lo hace Ronaldinho. No quiero ni pensar entoces cómo hubiera sido. ¿No existe alguna técnica para encoger el cuerpo?

Debemos empezar a plantearnos cómo van a ser los derbis sin el francés, pero, por el bien el fútbol, Zidane no te vayas. No aún.