El Madrid topa con el Barcelona en cuartos

El Paladozza de Bolonia, feudo del Climamio, volvió a ser una cancha adversa para el Real Madrid, que necesitaba anotarse el triunfo para asegurar la primera plaza del Grupo E y evitar al Barcelona, pero desperdició una ocasión de oro para ganar por primera vez en casa a italianos y con la sexta derrota en otras tantas visitas al terreno boloñés quedó emparejado con el cuadro azulgrana en las eliminatorias de cuartos de final.

El Paladozza de Bolonia, feudo del Climamio, volvió a ser una cancha adversa para el Real Madrid, que necesitaba anotarse el triunfo para asegurar la primera plaza del Grupo E y evitar al Barcelona, pero desperdició una ocasión de oro para ganar por primera vez en casa a italianos y con la sexta derrota en otras tantas visitas al terreno boloñés quedó emparejado con el cuadro azulgrana en las eliminatorias de cuartos de final.

Los blancos pagaron un precio muy alto por una incomprensible falta de intensidad. Abrieron el choque con seis pérdidas de balón en cuatro minutos, luego enderezaron el rumbo gracias a un parcial de 0-10 (9-16 m.8) y acabaron el primer asalto empatados (16-16). Faltaba el estadounidense Louis Bullock, descartado por una gastroenteritis, pero eso no justifica la oportunidad malgastada.

El Climamio, que ha ganado en nueve de los doce enfrentamientos entre ambos conjuntos y los seis disputados en cancha propia, no tenía nada que ganar y tampoco nada que perder. Estaba eliminado, jugaba a beneficio de inventario y ni siquiera utilizó al esloveno Sani Becirovic. Sin embargo, se llevó el choque.

El Madrid jugó a ráfagas, respiró mejor cuando defendió en zona y encontró soluciones en ataque provisionales. El serbio Igor Rakocevic mantuvo su excelente cien por cien desde la línea de personal en la segunda ronda europea, pero bajó su media anotadora -sumó once puntos- y tomó decisiones poco acertadas por olvidarse de del resto de equipo en tiros de gran importancia.

Aún así, el Madrid perdió porque aceptó el juego de los italianos. Vio a un rival relajado y pensó que podía romper el partido cuando fuese necesario. Se equivocó. En vez de consolidar las ventajas que le favorecieron después del impetuoso arranque local, se dejó llevar, disfrutó de tener el tanteador a favor sin hacerlo demasiado bien y, al final, lo pagó caro.

El Climamio retomó la delantera a los 32 minutos (49-48), estableció una diferencia máxima de siete puntos (66-59) por medio del acierto de Stefano Mancinelli en la línea de 6,25 y aprovechó el desorden que reapareció entre los blancos para despedirse de la Euroliga con un triunfo para la afición. Ahora el Madrid se mide al Barcelona con un pasaporte para la Final entre Cuatro en juego y la ventaja de campo en manos del conjunto barcelonés.