El Espanyol se derrumba en Europa
Schalke certifica las carencias ofensivas y la desorientación del equipo de Lotina
El Espanyol dio la misma pinta que en la Liga y se despidió de Europa sin rechistar, superado con holgura por el Schalke 04. El equipo de Lotina atraviesa por un momento muy delicado. Le cuesta Dios y ayuda crear juego, carece de remate y ni siquiera blindado con tres centrales es capaz de mantenerse a salvo de un delantero depredador como Kuranyi. La figura del Schalke llevó por la calle de la amargura a la defensa del Espanyol y muy en especial a Pochettino, que reaparecía después de un mes y medio y que trató de imponerse por la brava, propinando un codazo a Kuranyi que el árbitro no vio. De nada le valió. Kuranyi lo retrató en un pulso que simbolizó lo que fue el partido: el Espanyol se desplomó en Europa con la misma facilidad que en los partidos de la Liga en los que sucesivamente ha sido goleado por el Getafe, el Real Madrid o el Villarreal.
Espanyol 0 - Schalke 04 3
Espanyol: Kameni; Sá (Coro, m. 56), Lopo, Pochettino, Jarque, Domi (Juanfran, m. 68); Zabaleta (Jofre, m. 68), Costa, De la Peña; Pandiani y Luis García.
Schalke 04: Rost; Rafinha, Bordon (Klaserer, m. 75), Krstajic, Koblashvilli; Poulsen, Ernst, Bajramovic, Lincoln; Asamoah (Sand, m. 66) y Kuranyi.
Goles: 0-1. M. 53. Kuranyi remata de cabeza un centro de Rafinha desde la derecha. 0-2. M. 69. Sand culmina una combinación con Kuranyi regateando a Kameni y marcado a placer. 0-3. M. 72. Lincoln, en el lanzamiento de una falta.
Árbitro: Henning Ovrebo (Noruega). Amonestó a Sá y Pochettino.
Estadio de Montjuïc. 18.100 espectadores.
Pese a que no creó una sola ocasión, el Espanyol mantuvo alguna esperanza de remontar el 2-1 de Gelsenkirchen porque comprobó la vulnerabilidad de la defensa del Schalke. Krstajic se complicó la vida cuando Pandiani le buscó las cosquillas a base de presionarle. Una jugada del uruguayo, con un preciso pase a Sá y el centro de éste a la primera fue rematado de manera garrafal por Domi, que, sin embargo, había quedado magníficamente habilitado. Pero, cuantos más metros ganaba el Espanyol, menos estragos causaba en el Schalke.
De la Peña se desgañitó pidiendo a sus compañeros mayor movilidad o que se proyectaran desde atrás. Les costó acatar las órdenes de Lo pelat. El equipo que urdió Lotina, que sancionado por la UEFA tuvo que seguir el partido desde la grada, estaba concebido para evitar el poderoso despliegue físico del equipo alemán. Pochettino formó una tripleta de centrales junto a Jarque y Lopo. Los laterales podían así incorporarse al ataque con mayor asiduidad. Tenían espacios, los que no ocuparon los habituales carrileros que alinea Lotina, que formó una línea de tres en el medio y que Luis García y Pandiani hicieran dúo ofensivo.
En contraste con sus titubeos defensivos, el Schalke producía pánico cada vez que apuntaba a Kameni, que reapareció después de su participación en la Copa de África y de ser castigado por haber regresado tarde. Kameni dio una seguridad de agradecer por su defensa, especialmente en los balones aéreos con los que el Schalke trató de hacer valer la buena planta de sus delanteros. Pero sirvió de poco. En la segunda parte, el Espanyol se desplomó. A la que encajó el primer gol de Kuranyi.
Kuranyi, uno de los jugadores con más talento del equipo alemán, se prodigó poco pero le bastó una sola acción para retratar a Pochettino y servir un balón que, de no ser por la súbita aparición de Domi, le llegaba para un remate franco a Ernst. Poco después, Pochettino le propinó un disuasorio codazo a Kuranyi que el árbitro no vio pero que simbolizó sus dificultades para neutralizar por las buenas al delantero internacional. Ernst se movió con soltura entre líneas y se mostró tan capaz de armar la jugada como de llegar al remate. Se mascaba, bajó la persiana.
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