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FÚTBOL | Internacional

Suker, entre los 200 interrogados sobre la muerte de su socio

El ex jugador del Real Madrid y del Sevilla ha sido citado por la policía para recabar los mayores datos posibles de la muerte a tiros de Pokrovac

Davor Suker, ex jugador del Real Madrid y del Sevilla y máximo goleador del Mundial de Francia'98, ha sido una de las dos doscientas personas interrogadas por la policía croata tras el asesinato de su socio, el agente de jugadores Dino Pokrovac. Suker, que no es sospechoso de la muerte a tiros de Pokrovac, ha sido citado por la policía, que pretende recabar el mayor número de datos posibles, informan medios locales.

Un desconocido esperó a Pokrovac delante de las escaleras de su casa. Le disparó varias veces y le causó la muerte casi instantánea. El fallecido había sido acusado de prestar informes falsos sobre accidentes de tráfico y se le relacionaba con el tráfico de armas, aunque nunca pudo demostrarse. El año pasado, un artefacto explosivo destrozó su coche. Pokrovac afirmó que se trató de un posible fallo mecánico, pero la policía aseguró entonces que se trataba de un aviso de la mafia.

Pokrovac, de 43 años, y Suker poseían una agencia de representación de futbolistas, entre los que se encuentra Niko Kranjcar, considerado el mejor jugador de la Liga croata. Suker, que se encontraba en Londres el día del asesinato, comentó a su regreso que le cuesta creer "que Dino ya no esté con nosotros". Otro amigo de Pokrovac, el seleccionador croata Zlatko Kranjcar, aseguró que "éramos grandes amigos desde 1981 y ayudaré a su familia en lo que sea".

Más detalles oscuros

Mientras tanto, han salido a la luz otros detalles, más oscuros, de la vida del agente. El nuevo entrenador del Dinamo, Josip Kuze, ha revelado que Pokrovac fue un usurero que cobraba enormes intereses a sus representados, entre los que se encontraba él mismo. "En una ocasión, debido a algunas deudas que tenía, me prestó dinero. Tuve que darle un piso que poseía en Zagreb e hipotecar mi casa para devolverle el préstamo", declaró Kuze al diario Vecernji List. "Algunos de sus deudores llegaron a hipotecar hasta el veinte por ciento de los futuros ingresos de sus hijos para garantizarle la devolución de los préstamos", añade Kuze.

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