Marchena lo salva a medias
La selección española empata en el último minuto (1-1)
España sigue dependiendo de sí misma pese a la humillación de empatar en el minuto 97 con Bosnia (que acabó con nueve) en Mestalla. Si gana lo que queda (lo que ahora mismo, en caliente, parece temerario) irá al Mundial de Alemania sin repesca. Todo ello sucederá la próxima temporada. El cierre de esta campaña confirma que los jugadores llegan asfixiados (ya pasó camino de la última Eurocopa hace dos años) y que esta España no tiene estilo ni pegada. Llegar, llega. Pero no mata. Sólo por testiculina. Lo de enamorar que dijo Luis se va al limbo. Quizás Valencia pague los platos rotos por no haber llenado, pero ahora mismo hay muchos más culpables que la afición. Desde el que repite equipo a estas alturas del ejercicio hasta quien pone los partidos en horario de 'after hours'. Bueno, casi mejor. Los niños se lo perdieron. Aunque el gol de Marchena fuera de tiempo fue digno de disfrutarlo.
Respondió mejor la afición valenciana, que superó entre semana la entrada registrada en Mestalla el pasado sábado contra Lituania. Pero ante 36.400 espectadores, España fue incluso peor a la del otro día. Con un único cambio en el once (Antonio López por Del Horno) y otro forzado muy pronto por lesión de tobillo de Puyol (entró Juanito), la Selección acosó a Bosnia, la encerró y se dedicó a fallar ocasiones. Tampoco demasiadas. Quizás las suficientes para que el crédito de tiempo pisado en el área oponente se mantenga, que no el porcentaje de definición. Primero fue Albelda, a los 12 minutos, pero lo suyo no es el gol. De hecho Ranieri se fue de Valencia sin raparse la cabeza... en aquella famosa apuesta.
Con un fútbol de toque, frente a un rival menos duro en el contacto que Lituania, España iba y venía hacia el marco bosnio. Sin grandes soluciones ante el firme muro de Bosnia liderado por Barbarez. Sólo Vicente y menos Joaquín buscaban las acciones individuales. Por el centro, mucho tráfico, salvo en una arrancada de Fernando Torres, que dejó para el recuerdo la estampa soberbia de su zancada y el horrible remate al cuerpo del muñeco/portero. Poco después, a los 25 minutos, Torres cabeceó al larguero. Que alguien la ofrezca ya un 'kit': pata de conejo, trébol de cuatro hojas y una ristra de ajos. De hecho, una lesión le apartó del equipo antes del descanso (salió Luque, el abrelatas de Lituania). Ya no marcará hasta la próxima temporada...
Los bosnios, ofensivamente, ofrecieron muy poco hasta su gol. No están ahora mismo, con las bajas que presentaban, para mayores metas que luchar por un empate sin goles. Tuvieron la suya a los 14 minutos, en un disparo de Grujic al que respondió Casillas con sus puños fuera Mazinger-Z. Eso hasta que llegó la jugada del final. Albelda habilitó con el pecho (él no quería) a Misimovic, quien sorteó a Iker y marcó para sorpresa generalizada festejada por los 60 hinchas bosnios desplazados cada uno con una bengala. Ardía Mestalla, pero no por fallas.
Segunda parte
Se acusaron los nervios en la reanudación. España, acelarada por la 'luisina' y por el marcador cuesta abajo, quiso comerse al rival. Pero dio poco miedo. Previsible y cin calidad suficiente para desbordar en acciones individuales, a España le tocaba esperar a que su insistencia encontrara premio. Luque, el puñal más afilado, probó a Tolja a la hora de partido. Bien, primer intento. Al segundo, tiro cruzado fuera. Que venía, que venía. El empate. Y mejor con peloteros en el campo como Xabi Alonso, quien sustituyó a Antonio López (serio problema, por cierto, lo del carrilero izquierdo en el fútbol nacional).
Con todo en el campo (bueno, se echaba de menos a De la Peña, suplente, y a Luis García, ni convocado), España se esmeró por igualar. Juanito, casi como un 9, la tuvo. También Bosnia asustaba ocasionalmente al contragolpe.
Con el paso de los minutos, la situación se hizo especialmente tensa. Tocaba gesta, que saliera la furia roja antes de que el implacable reloj nos dejara con cara de tontos. Esa de las históricas derrotas ante Grecia en Zaragoza o contra Islandia y Chipre que se llevaron por delante a Miera y Clemente, respectivamente. Joaquín, por el exterior del palo, fue quien más se acercó a la proeza. O Luque con la zurda desde cerca. Poco para la representación de la mejor Liga del mundo. ¡Ah! Y Casillas subiendo a rematar un córner. Kafkiano. Como el tiempo añadido y el gol de Marchena entre el enjambre del área que dio, eso sí, un justo empate, porque jugar, jugar, sólo lo hizo España.
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