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Crónica:FÚTBOL | 34ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El que la sigue, la consigue

Eto'o rompe la tensión con un golazo

El Barça salvó sin excesiva complicación un nuevo peldaño en su ascenso al título de Liga. Y lo hizo ante un Albacete, que no por sentenciado resultó menos peligroso, y que tuvo en su guardameta al mejor de los que disputaron algún minuto sobre el tapiz del Nou Camp. Próxima estación... Mestalla, Valencia.

Los muchachos de Martín Monteagudo lograron enfilar los vestuarios con su marcador a cero. Toda una hazaña dada la continua sensación de peligro que dio el Barcelona en cada una de sus acciones. Y es que los primeros 45 minutos, en especial la primera media hora, fueron un monólogo azulgrana, todopoderoso señor del balón y los rechaces. El ex madridista Raúl Valbuena mantuvo el tipo y a su equipo en el partido gracias a su buena colocación y unos notables reflejos.

El Barcelona salió en tromba, ansioso por intimidar al rival y anular cuanto antes los dos goles que Ronaldo marcó a Riesgo en Anoeta en la noche del sábado. Deco avisó desde lejos con un potente disparo, Ronaldinho obligó a Valbuena a lucirse en un libre directo y Eto'o desperdició un gran control y una asistencia del activo Giuly. Pero la agresividad del equipo de Rijkaard se fue suavizando conforme pasaban los minutos, aunque Márquez volvió a probar a Valbuena, y el Albacete se acomodaba en la ardua tarea de perseguir sombras y achicar agua de forma colectiva. Hasta el último cuarto de hora no cruzó la línea medular el equipo manchego, que probó suerte desde lejos con dos disparos con peligro del chileno Mark González.

Eto'o aleja los fantasmas

El fútbol esta vez, como casi siempre, fue fiel a la lógica. Y tanto fue la insistencia del Barcelona, un equipo hambriento de títulos, que al final llegó el tanto del alivio. Cuando un colectivo trabaja al unísono y acaricia un título, la estrategia y las bajas y cambios -Motta sustituyó a Márquez- son una cuestión menor. Eto'o, ya recuperado de su lesión y de nuevo héroe de la hinchada culé, convirtió un rechace en la corona del área en un medido derechazo a la red, tras impactar el balón en el poste izquierdo de Valbuena. Antes, Ronaldinho también había encontrado la madera en un cabezazo, Iniesta había forzado una nueva gran estirada del ex meta madridista y Belletti había rematado demasiado cruzado en una gran internada personal.

Tampoco cambió el guión después. Con una posesión cercana al 75% el Barcelona acogotó al Albacete en su área. Y prosiguió con su feroz ofensiva. Así, Gio asistió incrédulo al enésimo paradón de Valbuena, reencarnado en Casillas, y Giuly remató alto desde el pico derecho del área.

Después, el joven canterano Messi, que dio relevo a un cariacontecido Eto'o -se marchó pensando en el pichichi- puso la guinda al fin de fiesta en el Nou Camp, con una precisa y certera vaselina. Y el pueblo culé celebró el triunfo como si del título se tratara.

El argentino Leo Messi celebra su gol.
El argentino Leo Messi celebra su gol.AP

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