Doblas desquicia al Villareal

Doblas desquició a un gran Villarreal, a un muy buen equipo de fútbol en un duelo directo por meterse en la zona noble de la tabla. El Betis intentó jugar de tú a tú al equipo de Pellegrini en la primera parte y, cuando se vio impotente, se encomendó a su oficio y a un gran portero para sacar un punto que le puede ser muy rentable a final de temporada.

Mucho respeto se tuvieron Villarreal y Betis en un duelo en el que había en juego nada menos que un puesto en la Liga de Campeones. Mucho respeto, pero un gran juego, el que ambos equipos llevan en sus mochilas durante toda la temporada. Por una parte los de Pellegrini, a los que da gusto ver jugar, al pase, con pausa y sentido. Por otro, los de Serra Ferrer, dinámicos y con el sistema en la memoria, aunque Serra variara y reforzara el centro con Assunçao, Arzu y Cañas.

Con unos y otros mirando al frente, pero sin levantar la guardia, Doblas y Reina apenas sintieron miedo en sus áreas. El portero bético apenas tuvo un problema con un balón en profundidad a Forlán que, inexplicablemente, el uruguayo mandó fuera. Para el guardameta amarillo, los miedos sólo llegaron a balón parado, en dos faltas lanzadas por Assunçao que se marcharon por un pelo. Demasiado poco para lo prometido, aunque fuera de agradecer ver a dos equipos a los que, al menos, les gusta jugar al fútbol.

La vuelta de los vestuarios tuvo un carácter diferente para el devenir del encuentro. El Villarreal, con don Juan Román Riquelme a la cabeza, puso en pie en pared y se lanzó a por el partido, a por un resultado que le hubiera metido prácticamente en la próxima Liga de Campeones. El Betis, con Doblas en plan Yashin, encontró un poreto al que encomendarse para sacar un punto de un campo muy complicado y frente a un rival directo al que le ha sacado, además, el goal average.

El Villarreal lo intentó desde todos los lados, de todas las formas, por todos los medios. Empotró al Betis, lo condenó a defender en su área y se puso manos a la obra con Román, con Armando Sá, con Sorín, con Forlán... Todo acciones que terminaban en las manos de Doblas, el gran héroe de un Betis más que práctico.