El Depor hace agua

Si se pueden sacar conclusiones de un solo partido, de este se podrían saacar dos: la primera es que la falta de presión motiva a una Real Sociedad que, sin jugarse nada en esta Liga, prácticamente ha asegurado su salvación; la segunda es que el Deportivo ha llegado a esa estación que marca el fin de un ciclo y en la que deberían apearse varios ocupantes del tren blanquiazul para dejar sitio a las nuevas claras del nuevo ciclo.

El Deportivo intentó ganar el partido en el primer cuarto de hora con vistas a acercarse a Europa, pero ni Munitis, ni Luque pudieron acertar en dos ocasiones clarísimas. Con el paso del tiempo, la Real fue creciendo más y más con continuos centros al área y un par de buenos cabezazos que han convertido a Munúa en el mejor jugador del Deportivo y han mostrado, una vez más, las carencias del equipo coruñés en defensa.

Como no podía ser de otra manera, el gol de la Real llegó en una de estas jugadas, con un centro de Garrido y un remate picado de Uranga al borde del área pequeña. Munúa, metido debajo del larguero, no pudo evitar que el balón entrase justo por encima de su cabeza. Corría el minuto 16 y el partido cambió completamente. Desde este momento, la Real Sociedad se hizo definitivamente con el encuentro.

Por cierto, Pino Zamorano, colegiado de este encuentro, ha pasado desapercibido.

El Deportivo ha perdido una muy buena oportunidad para acercarse a los puestos que dan acceso a las competiciones europeas. En un día en el que los deportivistas han estado negados de puntería ni el debut de Xisco (que juega en tercera división) ha podido servir de revulsivo para mantener sus opciones de Champions.

La Real ha seguido a lo suyo y, con un Karpin que hizo lo que ha querido durante todo el partido, ha dado un baño continuo a un Deportivo que no es ni la sombra de lo que fue. Kovacevic, la eterna referencia donostiarra en ataque y físicamente fundido, ha tenido la oportunidad más clara del encuentro al quedarse solo delante de Munúa, pero el portero uruguayo ha sido más rápido y, después de un error en la salida, ha reaccionado y le ha sacado el balón de los pies al serbio cuando se disponía a empujarla a puerta.