El Zaragoza aniquila a un Sevilla romo

Mal partido del Sevilla y una oportunidad desperdiciada para asentarse en los puestos de Liga de Campeones. El equipo de Caparrós dominó durante casi todo el partido pero estuvo desconocido en ataque, donde se mostró inocente y con poca pegada. Por contra, el Zaragoza supo jugar bien sus bazas y mató a los locales a la contra. Una victoria que permite a los maños recuperar ciertas opciones de engancharse a la zona alta de la tabla.

El Betis ganó ayer y adelantó al Sevilla, que ve cómo su máximo rival ocupaba uno de los puestos de Liga de Campeones. Por ese motivo, la victoria ante el Zaragoza se antojaba como necesaria para no perder la estela. El equipo de Caparrós salió dominador aunque no dispuso de ocasiones claras hasta bien avanzada la primera mitad. Y es que los maños están muy bien plantados y no permiten que la línea ofensiva del Sevilla cree peligro. En el 19, Villa dio un aviso con un sensacional disparo desde fuera del área que se estrelló contra el palo de Esteban.

Por si fuera poco, Galletti quiso emularle más tarde y esta vez el meta asturiano desvió a córner. Curiosamente, el Zaragoza logró marcar en la jugada posterior con un remate de cabeza de Milito que se fue a la escuadra ante el desconcierto de la defensa sevillista. Y es que, salvo un par de ocasiones de Antoñito, muy desafortunado, el equipo local no acaba de encontrar la manera de atacar al Zaragoza. Así se lo ha hecho saber la afición del Pizjuán al termino de la primera mitad. Pitos y muchas críticas para los de Caparrós.

Caparrós se la jugó. Dejó en el vestuario a Antoñito y a Pablo Álfaro y dio entrada a Kepa y a Darío Silva. El Sevilla comenzó a acorralar al Zaragoza en busca de un gol que nunca llegaría. El conjunto hispalense lo intentó de todas las maneras pero la defensa visitante realizó un trabajo impecable. Por si fuera poco, los maños salían al contraataque con mucha frecuencia y Galletti y Villa pudieron haber aumentado la ventaja visitante. Baptista y Darío Silva, los más activos en ataque, multiplicaron sus esfuerzos en vano. Luis García y la falta de puntería impidieron que el Sevilla pusiera las tablas en el marcador.