Un queso duro de roer

Mira que lo intentó el Depor esta tarde en Riazor. Y para, al final, quedarse sin premio. Porque un punto no es recompensa para todo el esfuerzo desplegado hoy por los hombres de Javi Irureta.

Albacete le perdió desde el arranque el respeto a un Deportivo, que está muy lejos de su mejor fútbol. Irureta se desesperó en varias ocasiones en el banquillo al ver que el conjunto manchego se acercaba con peligro a la meta defendida por Molina. Sobre todo gracias a Pacheco, que ha causado dolor de cabeza a los defensas deportivistas. Sólo Pandiani y Luque han intimidado el área del Albacete, pero sin mucho peligro.

En el Deportivo, jugaron desde el inicio Juan Carlos Valerón, Víctor Sánchez, Albert Luque y Walter Pandiani. Las rotaciones sólo afectaron a la defensa, en la que el técnico deportivista alineó al central Pablo Amo dando descanso a César Martín, puesto que las bajas de Mauro Silva, Sergio González y Manuel Pablo condicionaron el resto de la alineación. El preparador blanquiazul prefirió a Fran en el centro del campo en lugar de Lionel Scaloni para suplir la ausencia de Sergio, aunque el capitán gallego no jugó en paralelo a Aldo Duscher, sino algo más adelantado, ayudando a Valerón en las labores de creación.

El encuentro, además de poco vistoso, evidenció que el Deportivo sigue echando de menos la visión de Valerón en el centro del campo. Los coruñeses no empezaron a funcionar hasta que se superó el cuarto de hora de partido, pero sin llegar a la meta rival. Tan sólo un remate de Valerón y otro de Pandiani, y un disparo lejano de Héctor llevaron peligro a la portería de Valbuena. En el área contraria, Molina únicamente tuvo que intervenir a un disparo flojo de Jaime desde la frontal del área.

Tristán no marcó

Tras la reanudación, Irureta decidió regresar a su esquema habitual dando entrada a Scaloni en detrimento de Fran, y además cambió la delantera con un ovacionado Diego Tristán en sustitución de un desaparecido Pandiani.

El Albacete afrontó la segunda parte sin cambios, pero a los cinco minutos se lesionó el portero Valbuena por una entrada de Valerón, y el técnico José González se vio obligado a meter en el campo a Gaspercic.

Diego Tristán revolucionó con su brío el juego de los coruñeses en los primeros compases de la reanudación, pero fue un espejismo. Ambos equipos devolvieron a los aficionados al tedio de la primera parte, con la salvedad de dos lanzamientos lejanos de Scaloni (m.51) y Pacheco (m.58), que estuvieron a punto de cambiar el marcador. A partir de entonces, el Deportivo tomó las riendas del encuentro ante un Albacete agazapado en defensa, que sembró el pánico en Riazor en las escasas aproximaciones al área local. Las mejores oportunidades del partido las tuvieron, sin embargo, los blanquiazules, y entre ellas destacó la del minuto 65, cuando Duscher remató al palo un pase de Valerón, tras una buena jugada de Tristán.