Oscar Freire, campeón del mundo de ciclismo en ruta

Fue en otoño y en Verona, hace cuatro años, cuando Oscar Freire pasaba de ser nadie a convertirse, vestido con el maillot arco iris de campeón del mundo, en una referencia dentro de un pelotón tan rico en héroes anónimos. Con el nacía el idilio de la selección española con esta prueba: Freire sería bronce un año después en Plouay y oro de nuevo en Lisboa en 2001, e Igor Astarloa y Alejandro Valverde coparían las dos primeras plazas en Hamilton 2003. Pero volvía a ser hoy otoño y en Verona, y Freire reclamaba su trono, escudado por un Astarloa magnífico.

Larguísimo, interminable ha sido el sprint final de la prueba, sobre todo para los aficionados españoles, que veían tirar a Freire sin descanso, y para sus rivales, que acechaban, resoplaban pero no llegaban. Pese a que pareció quedarse arrinconado en la recta final, el corredor cántabro peleó cada milímetro para volver a la zona de lanzamiento, y de ahí a la gloria ya no hubo quien se le interpusiera. Por detrás llegaron el alemán Erik Zabel y el italiano Luca Paoloni.

Con su tercera corona arco irís Freire iguala la marca de Alfredo Binda, Rik Van Steenbergen y Eddy Merckx. La selección española, que hoy ha funcionado como un reloj en el tramo final, logra además su cuarto triunfo en seis años.