La descalificación de los Peugeot del Rally de Chipre aúpa a Sainz a la tercera plaza

La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha decidido hoy excluir a los Peugeot de los finlandeses Marcus Gronholm y Harri Rovanpera del Rally de Chipre que concluyó el pasado 16 de mayo al considerar que las bombas del agua de sus coches no cumplían con el reglamento. Con esta decisión, Carlos Sainz se coloca tercero en la clasificación de la prueba y sigue quinto en la del Mundial.

Gronholm había ganado el Rally de Chipre y Rovanpera había quedado quinto. Ahora, el ganador pasa a ser el francés Sebastien Loeb (Citröen Xsara), que había acabado en la segunda plaza. El español Carlos Sainz (Citröen Xsara) pasa a ocupar la tercera plaza, justo por detrás del estonio Markko Martin (Ford Focus). El noruego Petter Solberg (Subaru Impreza), que acabó sexto, pasa a ocupar la quinta plaza, en la que terminó Harri Rovanpera.

El resultado final del Rally de Chipre estaba en suspenso después de que en las verificaciones posteriores a la quinta cita del Mundial se encontraran diferencias en las bombas del agua de los Peugeot 307 y los Citröen Xsara, cuyas bases de los motores deben ser idénticas. El reglamento para el Mundial de Rallys de la FIA exige que las bases de los motores sean iguales a las utilizadas por los modelos de serie de los coches que participan en el campeonato.

En las verificaciones posteriores al rally chipriota, los comisarios técnicos apreciaron diferencias en las bombas del agua de ambas marcas. Tres días después de la carrera se analizaron en Limasol los motores de los coches implicados. En dichos estudios se apreció que las bombas usadas por Citröen son las mismas que llevan sus coches de calle, mientras que sí se hallaron divergencias en las de los Peugeot. Por lo tanto, la FIA ha ratificado la validez de los motores de los coches de Sebastian Loeb y Carlos Sainz, pero no así las de los Peugeot, cuyos pilotos han sido excluidos de la quinta prueba del Mundial.