_
_
_
_
_
Crónica:FÚTBOL | 24ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Murcia regala al Sevilla un bálsamo contra la tristeza

El equipo andaluz golea al colista tras la eliminación de la Copa del Rey ante el Real Madrid

El Sevilla ha logrado superar la eliminación de la Copa del Rey a costa de un Murcia inoperante (1-3), sobre todo por el prematuro gol de Baptista y la absurda expulsión de Esnáider en el minuto 4. Los de Caparrós no han cuajado un buen encuentro, pero tampoco han necesitado mucho más para llevarse la victoria contra el último clasificado, que ve cada vez más lejana la salvación.

Muchas ganas tenía el Murcia de volver a ganar en La Condomina después de lograr su segunda victoria hace dos semanas. Además, el equipo de Toshack quería aprovechar el bajón moral del Sevilla tras su choque contra el Real Madrid. Sin embargo, lo que parecía un guión perfecto se fue al traste en los primeros cinco minutos de partido. Sin apenas haber medido fuerzas, Richi cometió penalti sobre Baptista y el propio jugador se encargó de poner por delante al cuadro hispalense.

Por si fuera poco, Esnáider volvió a recordar a aquel jugador polémico de su anterior etapa en la liga española después de hacerle algún comentario desafortunado a Lizondo Cortés. El colegiado no dudó en expulsarle y dejó al Murcia con uno menos para afrontar todo el partido. Los de Toshack estuvieron desorientados durante toda la primera mitad. Es más, el Sevilla pudo aumentar su ventaja en varias ocasiones antes del descanso

El Sevilla mantuvo su dominio durante gran parte de la segunda mitad, pudiendo incluso aumentar la ventaja en el marcador de manos de Baptista, colosal en la noche de hoy. Pero el gol no llegaba y Toshack vio una luz en el horizonte que le daba esperanzas de lograr el empate. Y el galés se la jugó. Optó por meter en el terreno de juego a la pulga Quintana y éste se encargó de revolucionar un partido hasta el momento aburrido.

David Karanka estuvo muy cerca de lograr la igualada en la jugada más clara del Murcia. Pero el Sevilla superó el acoso incesante con el segundo gol de partido. Una internada de Alves terminó en penalti (falta clara de Acciari) y Baptista lo transformó con facilidad. Ya con el partido sentenciado, el Murcia soltó su último hálito de energía y logró acortar distancias, para variar, de penalti. Finalmente, Baptista concluyó su noche mágica con un contraataque que redondeó un partido para el olvido.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_